En los primeros años se fue más permisivo. De hecho se empezó a avisar en 2013 que dos años después se iba a multar, y cuando entró en vigor la normativa, se siguió advirtiendo a excepción de casos muy destacados.
Este año la Policía andorrana ha estimado que se ha dado bastante plazo para dar a conocer la normativa, y ha empezado a multar de verdad. Sobre todo tras los problemas circulatorios que se han vivido en los últimos años en momentos de fuertes nevadas. El Director de este cuerpo de seguridad, Jordi Moreno, ha explicado que
. En 2015: 14 multas
- En 2016: cero multas
- En 2017: 16 multas
- Y en los tres meses de 2018: 19 multas.
El perfil del sancionado es sobre todo el residente en Andorra, pero tambiñen se ha multado a turistas, que "también deben ir aprendiendo" en palabras de Moreno.
La intensificación de los controles ha sido posible también gracias a un trabajo conjunto con los agentes de circulación, que han ayudado en la información y supervisión a conductores, cuando la nevada obliga a circular con equipamientos en las carreteras del país. A pesar de que el cuerpo de circulación no tenga potestad para sancionar.
Las multas, que solo las pueden poner la policia y no los agentes que ayudan en la circulación, son de 180 euros para los turismos que no vayan correctamente equipados, y de 500 euros en caso de vehículos de más de 3,5 toneladas.