Aunque la disolución de Grandvalira tardará dos años, algunos de los efectos ya se notarán antes. Así lo ha explicado Joan Viladomat en su comparecencia en el Consejo. En primer lugar tendrá impacto sobre el personal de NEVASA, la sociedad que gestiona la marca y que necesitará menos plantilla. De cara al público, el forfait único para esquiar en las dos estaciones que forman el dominio podría ya no estar en la temporada 2018-2019.
Viladomat ha asegurado que ya ha tenido bajas en la empresa y que se está estudiando cómo recuperar el personal de Grandvalira para cuando se disuelva la sociedad.
El socio mayoritario de SAETDE ha explicado los motivos que le han llevado a oponerse a la plataforma de Soldeu y, sobre todo, a pedir la disolución de Grandvalira. Entre los agravios denunciantes, el hecho de que Soldeu-El Tarter saliera más beneficiado que Pas de la Casa-Grau Roig con la organización de pruebas de Copa del Mundo. Expuso que
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