Rusia es a frío como Sochi lo es a bikini y bañador. Y es asi desde hace cuatro años, cuando se organizó por primera vez el Boggle Woogel, un festival donde la gente debía bajar en poco más que un trozo de tela, y eso pese a estar en uno de los países más fríos del planeta.
Pero Sochi además de tener una estación de esquí internacional donde se organizaron unos Juegos Olímpicos de Invierno, también es una ciudad balneario. Situada junto al Mar Negro, tradicionalmente era más famosa en sus meses de verano que de invierno.
Con el objetivo de unir ambas temporadas, hace cuatro años se creó el Festival Boogel Woogel. Lo que comenzó como una loca jornada donde aquel que quisiera se podía tirar en bañador, ha acabado en un exitazo de asistencia. Cada vez llega mas gente de sitios más lejos, y la organizacion se vuelca en hacerlo más grande. Este año querían volver a batir el record y han lanzado numerosas ofertas. Y el resultado no se ha hecho esperar. Más de 1.200 personas, superando en unos 400 participantes a la marca anteior, que tenéian ellos mismos desde el año pasado.
Esta obsesión por batir el record lo inició la estación de Sheregseh, en plena Siberia rusa. En 2013 logró reunir a 500 personas. Pero a partir de entonces los de Sochi han arrasado.