"No tiene ninguna oportunidad en pistas técnicas como Kitzbühel, Wengen, Bormio o Val Gardena. Creo que ni siquiera podría llegar a la linea de meta, y si lo lograra, sería con kilómetros de retraso"
Son declaraciones del propio Bode Miller en el periódico italiano La Gazzetta dello Sport, aprovechando que el corredor norteamericano está estos días por aquel país en un acto de promoción previo a los Mundiales de Esquí Alpino de Saint Moritz. Embajador de la marca neoyorquina Bomber Skis, el material se fabrica en un taller de las Dolomitas, donde está también su familia de vacaciones.En su regreso tras su enésima lesión, Lindsey Vonn que ya cuenta con 32 años, ganó el Descenso Garmisch-Partenkirchen (Alemania) disputado a finales del mes pasado. De esta manera lograba su victoria número 77 de la Copa del Mundo, y se acerca ahora al record del sueco Ingemar Stenmark, quien logró vencer 86 veces en los años '70 y '80. La norteamericana, que se encuentra ya a solo 9 triunfos de esa marca, hace años que pide competir con sus homólogos masculinos en su pista favorita, la de Lake Louise (Canadá), que precisamente no tiene una gran dificultad técnica.
Por su parte Bode Miller afirma que no está seguro de poder volver a competir para disputar los Juegos de Pyeongchang. Reconoce que se necesita de una gran capacidad técnica que ya no tiene, y que con 40 años no se ve capaz de ponerse al día como su tuviera 30.
Desde los Mundiales de Vail-Beaver Creek en 2015, Miller no ha corrido más.Ya por entonces llevaba varios meses sin competir. Aún así estaba bajando el Super-G con parciales de victoria, hasta que una caída dio al traste con un regreso triunfal. Después de eso su siguiente intento fue para esta temporada 2016-2017, pero tiene un contrato firmado con Head, que le permite promocionar otra marca de esquís, en este caso la de Bomber Skis, pero si quiere correr en Copa del Mundo, Mundiales o Juegos Olímpicos, lo debe hacer con la marca austriaca.
