El aumento del precio de la hora reclamada por la Asociación de Monitores de Esquí de Andorra sigue encima de la mesa a menos de una semana del inicio de la temporada de invierno. De hecho, este es el único aspecto en el que las dos partes no han logrado cerrar un acuerdo. El pliego de demandas era más amplio y con las reuniones mantenidas con los directores de las escuelas a través de Ski Andorra se ha conseguido materializar algunas. Una de destacable es el problema que suponía para estos empleados ten que sufragar el uniforme de trabajo, un hecho que no se da con el resto del personal. Así pues, a partir de la temporada 2017-2018 ninguna estación de esquí hará pagar el vestuario a los monitores.
Aparte de este compromiso, las pistas también han avanzado que analizarán dentro de sus posibilidades -ya que tienen cerrado el presupuesto, que de cara a este invierno tampoco lo tengan que hacer. "Se ha entendido que somos trabajadores como el resto", dijo el presidente de la asociación profesional, Carlos Iriarte, "y en eso ya hemos avanzado", celebró.
Además, la entidad y las estaciones también acordaron que todos los monitores irán identificados a partir de ahora con su nombre y la titulación que tienen. Al respecto, Iriarte remarcó que dio a conocer que este personal dispone de las titulaciones internacionales ISIA Card o ISIA Stamp es muy importante a la hora de vender la escuela de cara al cliente ya que le da calidad. El presidente de la asociación explicó que el acuerdo es "unánime" y que la medida se aplicará de cara a esta temporada o la que viene. Por último, las escuelas también se comprometieron a hacer llegar la información al colectivo profesional (y este informará del ISIA, la asociación internacional de monitores de esquí) sobre las ventajas que cada estación ofrece a los usuarios del ISIA Card o el ISIA Stamp. La entidad defiende que esta es otra forma de dar a conocer el país en el extranjero a través de unos profesionales que pueden convertirse en prescriptores.
En cuanto al aumento del precio de las horas trabajadas y las horas requeridas, los directores de las escuelas informaron que quien decide al respecto son las sociedades y por eso ahora la asociación de monitores ha pedido por carta una reunión con algún representante de éstas. El objetivo de la entidad es tener resultados antes del inicio de la temporada, es decir, antes de este sábado. En este sentido insistió en que hace unos diez años, el precio de la hora trabajada básica era de 18,50 euros mientras que hoy es de 19,50 euros, un importe que consideran "inviable", sobre todo si se tiene en cuenta el elevado gasto que deben asumir estos trabajadores. Por eso comenzaron la negociación pidiendo que ésta se pagara a 25 euros aunque ya han avanzado que el mínimo que están dispuestos a aceptar es de 22,50 euros la hora.
Con relación a las horas requeridas (cuando el cliente solicita específicamente por un monitor), Iriarte explicó que el incremento que se solicita es bastante importante. En este sentido expuso que en Francia, el monitor obtiene el 85% de lo que paga el cliente, una cifra muy lejana a la establecida en Andorra. Por ello se ha propuesto un 50%. "Tenemos muy claro que este año no se volverá a pagar la hora al mismo precio que el año pasado", avisó Iriarte, que declaró que si no se llega a ningún acuerdo, la asociación celebrará en diciembre una asamblea para decidir cómo procede.
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