En Mayo de 2015 se inauguraba en Italia el Skyway Montebianco, el que es considerado como el remonte más caro de la historia. Oficialmente costó unos 110 millones de euros, pero la cifra podría ascender realmente hasta los 145 millones según algunas investigaciones. En todo caso el precio tenía que ser desorbitado por el despliegue de tecnologías y diseños del aparatos. Un teleférico 3S cuyas cabinas giran sobre si misma, y que cuentan con todo tipo de innovaciones tecnológicas en su interior. Además las estaciones de llegada y sobretodo de salida, se llevaron casi la mitad del presupuesto. La terminal de la Punta Hailbroner fue todo un alarde de diseño e imaginación arquitectónica por todo lo que se ha llegado a montar allí arriba en tan poco espacio.
Sin llegar ni mucho menos a esa cifra, que será complicado superar algún día por otro remonte, en Stubai se ha inaugurado este fin de semana el 3S Eisgrat. Este es un tipo de teleférico de tres cables, que asegura su funcionamiento incluso con fuertes rachas de viento. En este caso de hasta 120km/h. Por si mismo este modelo ya cuesta una fortuna, pero si además le vas añadiendo extras y quieres vestirlo todo con unas estaciones de salida y llegada espectaculares, entonces la cifra final se dispara.
Al final han sido mas de 65 millones de euros lo que se han gastado los responsables de Stubai. Aunque se abrirá en verano a senderistas y montañeros, en invierno será destinado exclusivamente a esquiadores. Es por tanto la mayor inversión realizada nunca por un remonte de una estación de esquí.
El 3S Eisgrat tiene un recorrido de 3,8 kilómetros de largo, y cuenta con 48 cabinas. Cada una de ellas cuesta 250.000 euros y cuenta con servicio de wi-fi durante todo el trayecto, ventanas panorámicas, calefacción, asientos tipo sofá y capacidad para 32 personas. Si todas ellas fueran llenas podrían transportar a un máximo de 3.000 personas a la hora, el doble que el anterior remonte al que sustituye.
Para mover las cabinas se ha tendido 10 kilómetros de cable de acero, sustentado en tan solo 7 pilonas, una de ellas alcanza los 50 metros de altura. Toda la energía que se usa para mover el Eisgrat llega a través de fuentes renovables, aunque cuenta con un motor auxiliar diésel para casos de emergencia.