En un sector en el que apenas se venden 2.000 pares de esquís al año, hay que ser muy imaginativo para tirar adelante. El salto de esquí es un tipo de deporte que se practica exclusivamente para competir. Por tanto el número de practicantes es muy reducido, y la cantidad de pares de esquí que se pueden vender en un año es menos significativa todavía. ELAN acaba de vender su división de Saltos. Según anunció, fabricaba 1.000 pares al año. Otros 1.000 pares los fabrica Fischer, quien actualmente equipa al 90% de los saltadores de Copa del Mundo.
Fuera de estas dos marcas quedan la antigua Germina Skis, y Sport 2000. La primera de ellas en 2010 anunció que no le cuadraban los números y que tenía que cerrar. Fue entonces cuando Peter Heinrich, su propietario, llamó a Georg Reichart para preguntar si a sus 70 años se veía capaz de llevar la empresa, y fue a él a quien se le ocurrió que el negocio no estaba en la venta de este material, sino en el soporte publicitario que ofrecían los esquís cuando estaban en pleno vuelo.
Eslovenia, Polonia, Alemania, algún país escandinavo, y esporádicamente Austria, son los únicos países donde se sigue con cierta regularidad los Saltos de Esquí. Pero en estos países se suelen retransmitir por la tele con una audiencia más que aceptable. Con esa idea en la cabeza, Heinrich presentó su modelo de publicidad a varias empresas, pero una tras otra le dieron la negativa como respuesta. Hasta que en Abril de 2010 picó a la puerta de Unister, en Leipzig. Se trata de una empresa con varios portales en Internet, y a su propietario le pareció buena idea que la marca de una de sus webs, dedicada a la venta de viajes, apareciese por la tele cada vez que se retransmitiese una prueba de trampolín.
Dicho y hecho, los dos protagonistas de nuestra historia firmaron un contrato y Germina Skis volvió de nuevo a la vida. Pero no contaban con la FIS. No les dejaron poner la publicidad en los esquís. Según las reglas, en las tablas solo podía aparecer única y exclusivamente el logo y marca del fabricante.
Hecha la ley, hecha la trampa! Así que ninguno de nuestros dos protagonistas se amilanaron. Unister se convirtió en la propietaria de Germina Skis, y Heinrich le permitió cambiar el nombre por el de "fluege.de Sprungskiproduktions GmbH". Ahora sí era una marca de esquís y podían participar en la Copa del Mundo con su marca y logo.
Así han estado seis años. Cuando alguien veía la marca y entraba en Internet, se sorprendía al ver una web de venta de viajes, pero al fin y al cabo ese era el objetivo. Mientras tanto el equipo de fluege.de ha conseguido campeonatos del mundo de la mano de Sarah Hendrickson o Wolfgang Loitzl, las victorias olímpicas de Andreas Wank y Andreas Wellinger e incluso hasta un récord mundial con Anders Fannemel. Donde no lograron colar la publicidad fue en el COI. Coline Mattel logró un bronce en Sochi-2014, pero sus esquís solo mostraban el logo.
Pero Fluege.de ha dicho basta. Aunque reconocen que la aventura ha sido increíble, afirman que ha llegado el momento de decir adiós. Y lo hicieron justo pocas semanas después de que lo hiciera Elan, por lo que se encendieron todas las alarmas.
Pues bien, Peter Heinrich acaba de anunciar que ha vendido la marca a otro grupo de comunicación, el alemán Pro7Sat1, quien pondrá el logo y firma de Verivox a los esquís para promocionar ese portal de Internet. Para ello deberán renombrar también a la empresa.
¿Podría ser este el futuro de los esquís de saltos? En un mercado tan pequeño, quien está ya sabe que no es para ganar dinero, sino para hacer marca. Por eso ahora además de a Verinox, veremos a Fischer y a... Sport 2000, cadena de tiendas que también llevan unos años metidos en los saltos aprovechando la publicidad que le otorgan esos vuelos.