Cada año cuando Marcel Hirscher se adjudica el Globo de Cristal de la Copa del Mundo en Annaberg im Lammertal saltan de alegría. Y más lo hacen cuando ven entrar por las calles de su pueblo a su hijo predilecto. Para él organizan todo un festival entre el Skiklub Annaberg, el Ayuntamiento y el propio Hirscher.
Pero este año todos debían haberse cansado. Que son ya cinco años seguidos. Así que decidieron tomarse unas merecidas vacaciones y pasaron la organización a una empresa de eventos. Entre minutas y fastos desmesurados, les presentaron una factura de 120.000 euros, una cantidad que los patrocinadores no han querido asumir. Cuando la fiesta la organiza el pueblo, no cuesta mas de 70 a 80.000 euros.
Estaba programada para este próximo domingo 28 de Mayo, pero de momento se ha cancelado, no sin el enfado de los habitantes del pueblo, por lo que el Alcalde ha dicho que van a tomar de nuevo las riendas y que junto a Hirscher plantearan una nueva fecha que le venga bien, no vaya a ser que le pille ya en los entrenamientos en alguno de los glaciares austriacos.
La fiesta es todo un éxito. Cada año se presentan miles de personas para vitorear a su ídolo, y de la organización se ocupa una legión de voluntarios. Los bares y alojamientos ese fin de semana se llenan, y las arcas del Ayuntamiento también lo acaban notando.