Así que cuando el viernes el checo Radek Cermak se presentó en Grandvalira dispuesto a tirarse por la rampa de la pista de Kilómetro Lanzado con unas tablas de esquí nórdico, la expectación fue máxima. Quizás por ver si volvía a batir el récord logrado el año anterior, o por ver si la caída podía ser tan espectacular como pintaba la situación.
El checo utiliza unos esquís fabricados en su país por la marca Sporten Skis, una de las más importantes de esta zona de Europa, con los que el año pasado había logrado lanzarse a 145,875km/h, Su objetivo el pasado viernes era batir su propio record. Radek Cermak tiene el actual record de Kilómetro Lanzado de la República Checa al alcanzar el año pasado los 242,751km/h, pero sobre unos esquís de KL.
Para oficializar la marca de velocidad, se toman el dato que transcurre entre dos radares situados a 100 metros de distancia en mitad de la pista. Cuando el esquiador pasa a toda velocidad por el primer punto se empieza a contar la velocidad hasta que pasa por el segundo puesto. Pues bien, en un día soleado de viernes, el checo voló hasta los 156,182km/h. En pasar de un punto al otro del radar utilizó 2,305 segundos.
Cernak afirma que la marca hubiera podido ser mejor de no haberse desestabilizado a mitad de bajada. De hecho a punto estuvo de irse al suelo dos veces.