El director de la carrera, Jordi Pujol se mostraba ayer preocupado con las imágenes,
"Está tocada. Hemos perdido un 50% de la pista. Ahora toca trabajar y que el tiempo nos ayude. Hemos perdido dureza. Ha llovido y ha dejado arena que viene del viento del sur del Sáhara o de donde venga. Visualmente nos la ha echado a perder y además la calidad de la nieve no es la misma que teníamos antes de este frente cálido. Ahora el procedimiento será pisar con las máquinas antes de que hiele y esperar que hiele bien esta noche [ayer para el lector], y poco a poco volver a dejar la pista como estaba. En tres días espero que la acabamos de recuperar."
Las previsiones son variables, pero se espera una
nevada importante para el sábado, el primer día de competición con la disputa del supergigante.
"Bajan las temperaturas y dan una nevada importante para el estreno. Irá mal, esta nevada, pero si hemos conseguido tener la pista dura la nieve la sacaremos sin problemas. Esperamos que no venga viento ni nieve con barro como este lunes."
Eso sí, Pujol no se atreve a hacer pronósticos con el tiempo, aunque confía en todo su equipo para tenerlo todo listo para sábado.
"Todo seguirá igual. Tirando cables, colocando la red como si no hubiera pasado nada. Eso sí, varía el trabajo de máquinas, aunque ya lo teníamos todo prácticamente hecho. Comenzaremos desde cero y poco a poco iremos haciendo nuevamente."
Los miembros de la Federación Internacional de Esquí (FIS) harán mañana una revisión a la pista Àliga, pero hasta el sábado antes de empezar la prueba no se dará el OK definitivo.
"Teníamos una pista al 100% o al 110% el domingo y ahora hemos perdido el 50%. Ha sido un trastorno muy importante, pero esto puede ocurrir cuando se hacen competiciones al aire libre. En fin, ahora la máquina marca un grado y si tenemos suerte se pondrá a bajo cero en breve y nos enganchará con la pista hecha."
En cuanto a la organización, ayer ya llegaron los equipos de Italia y Eslovenia y mañana se esperan, por ejemplo, los Estados Unidos con Lindsey Vonn
En total en la Copa del Mundo de Grandvalira se esperan 100 esquiadoras, 150 equipos técnicos, 300 voluntarios, 100 organizadores, 120 periodistas y 93 personas de seguridad y emergencia. El director de servicios corporativos de Grandvalira-Ensisa, David Hidalgo afirmó que
"Las previsiones organizativas son buenas. Los ingredientes están ahí para que sea todo un éxito, pero falta esperar el tiempo que nos hará. Si todo sale bien, esperamos que pasen por la Copa del Mundo 5000 personas cada día; 1.000 que habrá en la grada a pie de pista y 4.000 repartidas por la estación. Está preparado un programa de animación y también elementos para hacer ruido para los aficionados que vengan a la cita."
Para la ceremonia de entrega de premios y el sorteo de dorsales que se hará el sábado en el Palacio de Hielo también está todo preparado y están previstos parkings adicionales y autobuses gratuitos para los aficionados. Un espectáculo que vivirá su primer capítulo el sábado y el segundo y definitivo domingo. Eso sí, todo dependerá de lo que ofrezca el cielo.