Kitzbuehel instala el modelo de telesilla más lujoso del mercado

Cuando en 1936 los esquiadores que se montaron en el primer telesilla del mundo, aquello era lo máximo en comodidad. Atrás quedaban los viejos remolcadores a motor o la necesidad de llevar tiras de cuero para agarrarse a las cuerdas de los remolques. Desde entonces el sector ha seguido innovando sin parar, siempre tratando de ofrecer la mayor capacidad de carga. Primero fabricando el primer telesilla de dos plazas, luego de tres, más tarde los que funcionaban a mayor velocidad, los desembragables, y finalmente incluso los de ocho plazas ya entrados en el siglo actual. Llegados a este punto lo que se busca ahora es ofrecer la máxima comodidad al cliente. Las estaciones austriacas, las que logran facturar más gracias al tipo de esquiador que atrae, principalmente alemanes, holandeses, los propios austriacos e ingleses, son las que están montando los remontes más espectaculares y lujosos de Europa.

Así, hemos podido ver telecabinas diseñados por Porsche, por Pininfarina, o los primeros telesillas de ocho plazas con verdaderos sofás. Este diciembre en Kitzbuehel se suma a esta corriente con la incorporación del Leitner Premium Chair, un telesilla que combina todas las comodidades que un esquiador quiere para su experiencia en pistas con la tecnología mas vanguardista de la automoción que se puede adoptar a este tipo de remontes

Fabricado por la empresa italiana Leitner, el nuevo Brunn de Kitzbuehel es un telesilla de ocho plazas, todas ellas con un diseño ergonómico de mullidos asientos de verdadero cuero antideslizante (importante para los esquiadores mas pequeños) y cada una con su propio sistema de calefacción en cada una. No olvida la comodidad ni en la seguridad. La barra se baja sola y tiene un sistema automático de bloqueo. Por si todo esto fuera poco, cuenta con una capota panorámica que además permite proteger a sus ocupantes de las inclemencias del tiempo. Toda una Business Class del esquí, según indican desde la propia Leitner.

También es menos ruidosa. La Brunn viene equipada con el 'Leitner DirectDrive System', un sistema que le permite operar sin caja de cambios. Tampoco necesita aceite, por lo que además de ser más sostenible para el medio ambiente, ahorra dinero y energía. El nivel de ruido además se ha bajado a 15 decibelios menos en las estaciones de salida y llegada en comparación con los sistemas de tracción convencionales.

Al mismo tiempo cuenta con un sistema de capacidad eficiente. Su nivel de velocidad habitual es de 5m/s, pero si se necesita aumentar por un exceso de pasajeros, se puede subir a los 6 m/s- Esto permite incrementar su capacidad de transporte en un 20% pasando a los 3.300 personas/hora. El nuevo Brunn tiene una longitud de 1.460 metros, y salva un desnivel de 432 metros.

La estación austriaca ha creado además tres nuevas pistas con un total de 7,2 km nuevos, lo que le ha permitido crecer su area esquiable en un 5% y ha reforzado su sistema de nieve artificial, invirtiendo en total mas de 20 millones de euros en esta nueva temporada de esquí.