En un mercado en que la venta de esquís a nivel global sigue descendiendo y me mantiene por debajo de la mitad de lo que se vendía hace 10 años, los fabricantes buscan dos maneras de seguir creciendo. Una es expandir los deportes de invierno a otros países, especialmente al este de Europa y Asia, pero todavía sigue lejos del crecimiento que se preveía. Otra fórmula es unirse a la ola de tendencias. Si hasta hace poco parecía que el freestyle iba a marcar el futuro, este mercado también se ha estancado, mientras que el que sí está creciendo en cifras de dos dígitos es el enfocado a los amantes del freeride y esquí de montaña. O ambos.
Los aficionados buscan una libertad que no encuentran en las estaciones. Así lo afirma por ejemplo David Bouvier, Director de Marketing del Grupo Rossignol. Una de sus marcas, Dynastar, lleva mas de 40 años en el sector del esquí fuera de las pistas, aunque es ahora cuando están viendo fuertes crecimientos en sus ventas.
Sin embargo el esquí de randonée, el de montaña o el de freeride no son modalidades que pueda practicar cualquiera. Se ha de tener un estado de forma mínimo y sobretodo un buen conocimiento de la montaña aquel que quiera huir del entorno de las estaciones. Aún así es el nicho que más crece entre las modalides del esquí, y los fabricantes no son ajenos a ellos.
Hasta ahora eran unas pocas marcas independientes las que se especializaban casi al 100% en este mercado, pero ahora los grandes fabricantes ya tienen sus modelos. El objetivo común de todos ellos es aligerar el peso sin renunciar a la estabilidad y la robustez. Stöckli apuesta por un diseño con un núcleo de madera de balsa, mientras que Dynastar se centra en nuevos materiales como el Dyvincell para su modelo Mythic. Los suizos de Movement están yendo más allá, y junto al fabricante de velas North buscan aleaciones de fibra de basalto que aligeren aún más sus esquís.
Serge Baud es uno de los co-fundadores de Movement, marca que se creó en 1990 exclusivamente para el mercado de esquí de montaña y freeride. Anteriormente estuvieron 20 años fabricando tablas de snowboard con la marca Wild Duck, hoy ya retirada. Hoy esta empresa situada en las afueras de Lausanne venden mas de 40.000 pares de esquís al año fabricados todos en una planta de Túnez. Para Baud la montaña es el futuro, pero los esquís deben ser aún más ligeros y versátiles. Reconoce también que es una categoría para un tipo determinado de clientes, que además son en su mayoría muy jóvenes.
Black Crows, que lleva constituida desde 2006 y con sede en Chamonix, reconoce también las limitaciones de este mercado, pero también el largo recorrido que le queda y los miles de nuevos adeptos que se sumarán en los próximos años. Camille Jaccoux es uno de los co-fundadores de la marca. Afirma que si bien el mercado tenía buenos productos, no encontraban algo que se adaptara al 100% a lo que buscaban. Han desarrollado modelos como el freebird, destinado al all-mountain y al freeride. Actualmente venden 10.000 pares al año y han cerrado su facturación con 2,8 millones de euros. Para seguir creciendo han diversificado a la ropa de esquí.
Stöckli, el último de los grandes fabricantes suizos de esquís que queda, con presencia en la Copa del Mundo, ha logrado dar un buen bocado en Estados Unidos con su Stormrider, mientras que en Rossignol han encontrado su modelo estrella en el Soul 7, galardonados como uno de los mejores esquís de esquí de montaña.
Estas empresas creen que el mercado puede crecer aún mas, pero las estaciones deben poner de su parte, porque además les permite volver a atraer a unos clientes que cada vez se acercan menos por sus instalaciones. Ponen como ejemplo Estados Unidos, donde hay pistas o ciertas horas del días dedicadas solo al esquí de montaña.
No obstante en nuestra península también se están haciendo cosas. Andorra es la que más ha apostado creando circuitos expresamente para estos esquiadores. Tanto Vallnord como Grandvalira tienen rutas controladas, aseguradas y señalizadas por la propia estación,lo que ayuda enormemente a los que se inician. En Vallter 2000 se cerró una pista de alpino para dedicarla al de montaña.