La estación francesa ha aparecido con gran parte de sus remontes e instalaciones hundidas bajo el agua de este 'nuevo' lago. Las autoridades han decretado el código naranja y han recomendado a los automovilistas que no circulen por ciertas rutas en peligro de sufrir una avalancha.
La situación parece que se prolongará durante los próximos días, por lo que de momento se mantiene el nivel de alerta.
Los responsables de Avoriaz evaluaran los posibles daños, y deberán esperar a que amaine la situación para empezar a bombear el agua del lago. Mientras tanto aquel que se atreva podrá practicar esquí.... pero acuático. Aunque eso sí, teniendo en cuenta que la temperatura del agua está muy fría.