Oukaïmeden es por el momento la única apuesta del Gobierno marroquí para doblar las pernoctaciones turísticas, que actualmente es de unas 10 millones de noches al año. La estación situada en los 3.600 metros sobre el Atlas debería aportar su granito de arena para lograr esa cifra. El ejecutivo de este país quiere que parte de esa tasa turística llegue del mercado interno. Es decir, que la cada vez mas pujante clase media nacional visite más lugares de Marruecos.
Pero los aficionados al esquí por el momento prefieren salir fuera. Los que tienen mas dinero se escapanb hasta los Alpes, los de clase media se quedan preferentemente en Sierra Nevada, y los que no pueden ni lo uno ni lo otro, prueban en Oukaïmeden.
Para facilitar las cosas el Ministerio de Turismo arregló los accesos y ha comprado alguna máquina para limpiar las carreteras, pero este año ha nevado mucho, y además los marroquís se han lanzado en masa a la conquista de la nieve este año. Se calcula que las 18 pistas de Oukaïmeden han recibido la mayor cantidad de nieve en 20 años. Algunos fines de semana se llegaron a registrar hasta 30.000 personas. No está claro como se cuenta a la gente, si a 'ojo de buen cubero' o a la antigua usanza de contar coches en el aparcamiento, porque en el telesilla tanto se pelean por un asiento esquiadores como peatones.
Este es uno de los problemas con el que se enfrenta el desarrollo de esta estación, y el caso que se origina allí arriba los fines de semana. Los dos Clubes locales, uno de ellos perteneciente a la Real Federación Marroquí de esquí y de montaña (FRMSM), se quejan además de la falta de alojamientos. Tienen acuerdos con colegios privados para enseñar a los chavales a esquiar en las semanas de vacaciones escolares, pero apenas pueden subir un día porque no tienen donde quedarse a dormir. Actualmente hay solo tres albergues. Uno lo lleva unos franceses y solo tiene cinco camas, mientras que se han montado algunas cabañas para el que se quiera quedar a dormir allí arriba.
El tráfico también es una pesadilla. Unos 5.000 vehículos pueden llegar a subir un Domingo con nieve y sol (algo muy habitual en el invierno). Algunos se dan por vencidos y dan la vuelta. Las autoridades de la provincia de El Haouz, donde está Oukaïmeden, ha dispuesto este año varios aparcamientos y autobuses lanzadera, pero el colapso de la carretera, demasiado estrecha, les imìde circular. Otras veces la nieve deja bloqueado el acceso 4 o 5 días.
Todos tienen claro que allí arriba, donde la vista se expande sobre la llanura de Ouarzazate, hay un oro blanco que no se está explotando. El Gobierno central pone algo de dinero cada año, pero quiere que la inversion grande llegue de una empresa privada. Hace unos años el grupo emiratí Emaar presentó un proyecto de nada menos que 1.400 millones de dólares, con el que pretendía ampliar la estación, renovar totalmente las infraestructuras y remontes, instalar un sistema de nieve artificial, cronstruir 11 hoteles, ozna comercial, el campo de golf de 18 hoyos más alto del mundo, y un desarrollo urbanístico, además de mejorar el acceso entre otras muchas actuaciones. Pero de aquello hace ocho años, y no se ha vuelto a saber nada mas.