El grave accidente del ex-piloto de Fórmula 1 Michael Schumacher el año pasado mientras esquiaba en Méribel dejaba al descubierto el peligro de llevar la cámara en el casco. El conductor de monoplazas alemán llevaba colocada su GoPro sobre esta pieza en la cabeza, y pese a ello, sufrió graves secuelas por culpa de un golpe en la cabeza al romperse el casco.
Esto ha alertado a las autoridades en temas de prevención de riesgos en los deportes, que ya recomiendan no poner la cámara en el casco. Pese a que van enganchadas con cintas o algún material adhesivo, muchas veces no saltan en un accidente. Entre las lesiones más comunes cuando hay una caída con este aparato en la cabeza, está la lesión de cuello, de columna, además de lesiones cranoencefálicas ne caso de rotura del casco.
Los fabricantes ya advierten que el producto sale testado de sus fábricas, pero sin ninguna cámara puesta. Y avisan que no se hacen responsables del mal uso. Acusan también que el material adhesivo no deja de ser un producto químico que puede alterar la propiedad molecular del plástico con el que está fabricado el casco, y que los únicos adhesivos autorizados son los que vienen de fábrica o los que se incluyen en la compra.
Algunos fabricantes de todas maneras han sabido aprovechar el momento, y ya han lanzado al mercado modelos homologados para llevar cámara. El italiano Giro incorpora incluso una pieza para colocar la cámara.
De todas maneras estos avances no atajan el problema, ya que continua habiendo un peligro causado por la falta de atención al estar más pendiente de lo que se está grabando que lo que hay enfrente en pista, pudiendo colisionar con otros esquiadores a su paso.
Y luego están los descerebrados. Joel Morerod, Responsable de la Columna de Socorro de Diablerets (Suiza) afirmaba hace unos días en una entrevista, que ha habido un incremento notable de muertos que practicaban el Salto BASE