Dahu Sports Compagny, una pequeña empresa con sede en la localidad suiza de Friburgo, ha encontrado la solución. Una bota flexible que se endurece gracias a un exoesqueleto, de manera que puede ser usada tanto en pistas como para caminar después. Haciendo un resumen breve, que puedes ampliar en el vídeo que verás mas abajo, el sistema se compone de un botín de piel, que permite aislar del frío y la humedad perfectamente, el cual se introduce en un exoesqueleto que mediante unas hebillas acabas bloqueando y fijando. Al acabar de esquiar, solo tienes que sacar el botín de nuevo, y el exoesqueleto lo puedes colgar en tus esquís, y de esta manera seguir andando tranquilamente. Y porsi fuera poco, todo el conjunto de esta bota pesa un 20% menos que una convencional!!
La idea no es mala, y es un proyecto que comenzó en 2009 Nicolas Frey, un diseñador que venía del sector del lujo (diseño y comercialización). "Me dije a mi mismo que todos los deportes habían conseguido mayor comodidad en el calzado, algo que no está pasando en el esquí". Se construyó un pequeño taller en su garaje de Friburgo y creó un primer prototipo a partir de unas viejas botas de esquí y otras de snowboard. Estuvo esquiando con ellas un día entero para valorar si valía la pena continuar con el proyecto o abandonar la idea.
Por fortuna el test funcionó, y se puso manos a la obra para mejorar el producto. Para ello requirió de mejor maquinaria, software y materiales, por lo que tuvo que hacer una ronda de financiación entre sus familiares, y en una segunda ronda recaudó fondos que el Ayuntamiento de la ciudad otorga para nuevos emprendedores. Una vez que tuvo los moldes listos, comenzó la producción.
Tan solo 4 meses después de tenerlo todo listo, se embarcó rumbo a la ISPO de 2013, la Feria de Material Deportivo de Invierno mas importante del mundo (junto a la SIA de Denver). Según cuenta el propio Nicolas Frey, no tenían nada preparado, pero querían mostrar el producto. Con un pequeño stand y lo que todavía era un prototipo previo al diseño definitivo, se plantó con su pequeño equipo en el certamen, y ante la sorpresa de ellos, recibieron la visita de todas las marcas que fabrican botas de esquí pese a que todavía no estaban en el mercado.
Los meses siguientes sirvieron para mejorar la bota, y en Noviembre de 2013 lanza su primer modelo para hombre, y para mujer. Logran colocarlo en una tienda de Ginebra, y pese a ser un producto caro (casi 600 euros), se vendieron todos los pares en cuestión de horas. Los clientes pese a no conocer la marca, se dieron rápidamente cuenta de los beneficios de ese calzado. La corredora Aline Bonjour hizo el resto, al aceptar probar el producto sin ningún compromiso.
Ese invierno de 2013-2014 logran colocar nada menos que 1.500 pares de botas, su capacidad máxima de producción, en 46 tiendas de parte de Europa. 23 de ellas en Suiza. A finales de enero ya no quedaba nada. A partir de entonces su objetivo fue recaudar 4 millones de francos (algo mas de 3,3 millones de euros) para comprar maquinaria y contratar personal con el que incrementar la producción. También cambiaron de sede, y en Febrero volvieron a la ISPO. Esta vez ya con un stand mejor, y se volvieron con el Premio ISPO al mejor producto, una especia de Oscar de los productos para deportes de nieve.
Para este invierno de 2014-2015, lanzarán ya cuatro modelos, dos para ellos, y dos para ellas y consolidarán su red de ventas en Suiza, Austria, Alemania, Italia, Francia y los países nórdicos. Como suele pasar en estas empresas que empiezan, se suele favorecer al pequeño detallista y no quieren entrar en grandes almacenes. El premio ISPO debería abrir las puertas a esta pequeña empresa de Friburgo, para conquistar mas mercados en un futuro muy próximo, y de paso, dentro de una economía de escala, que los precios bajen para que sean asequibles a más esquiadores.