Sea como fuere, la realidad que es en Austria se pensó que había que dar una vuelta de tuerca a la comodidad de sus esquiadores, y tres empresas se unieron para crear un telesilla con calefacción. Doppelmyer, en colaboración con las estaciones austriacas de Lech am Arlberg y Schröcken, estrenó el 26 de Diciembre de 2004, los primeros cinco telesillas con calefacción. Porque si de algo les gusta fardar a los austriacos, en cuanto al esquí, es de hacerlo todo a lo grande.
Doppelmyer diseñó y construyó estos cinco remontes en 18 meses, y para ello partió de la tecnología que ya se usaba en la automoción. Los cojines de las sillas están dotados de una rejilla. Cuando la silla pasa por la estación de salida, se activa la calefacción, y se detiene cuando el pasajero desembarca en la salida. La energía que se acciona es suficiente para dotar de calor durante todo el trayecto.
Desde entonces en Austria prácticamente todos los telesillas que se instalan están dotados de calefacción. Un extra al que pocos años más tarde se le añadieron capotas panorámicas para resguardar al mismo tiempo de las inclemencias del tiempo. El objetivo es que el esquiador pueda ir tan resguardado como un telecabina, pero sin necesidad de quitarse los esquís. Esta tecnología también se aplica hoy en día a las cabinas, que o bien tienen sus asientos calefactados, o tienen calefacción general. A Estados Unidos este avance no llegó hasta 2010, cuando Canyons montó el primero del continente.
- Desembragable de 8 asientos “Steinmähder”
- Desembragable de 6 asientos “Kriegerhorn”
- Desembragable de 4 asientos “Schlegelkopf”
Schröcken:
- Desembragable de 6 asientos “Saloberjet”
- Desembragable de 6 asientos “Sonnenjet”