“Sólo fue un desperfecto técnico habitual, y se evacuaron a las personas que estaban en cuatro sillas mediante un rescate vertical”, explicó Paula Gómez, encargada de prensa del lugar. Eso ocurrió 15 minutos después de que el telesilla se frenara por el desperfecto. Y mientras tanto, el resto de los turistas permaneció “en el aire” hasta que la situación pudo resolverse. Luego de retirar a los pasajeros de esas cuatro sillas, permitieron que el mecanismo volviera a funcionar para que la totalidad de la gente pudiera descender por sus propios medios.
Según se informó, no se vivieron momentos de pánico de parte de los turistas que permanecieron en el aire una hora y media aguardando la reanudación del carril. Empleados de Catedral Alta Patagonia (CAPSA) proveyeron a los esquiadores de mantas para protegerlos del frío.
El año pasado, después de que la silla Punta Nevada sufriera un descarrilamiento, la gerencia de Catedral Alta Patagonia convocó a un grupo de especialistas para que elaboraran un diagnóstico acerca de la seguridad de lo medios de elevación. Uno de los profesionales le dijo a Clarín que la conclusión había sido unánime: si no se invertía mucho más dinero en el área de mantenimiento y prevención accidentes de este tipo seguirían ocurriendo. El presidente del Ente Autárquico Municipal del Cerro Catedral (EAMCEC), Diego Puente, indicó que
- En septiembre del 2010 una ráfaga de viento descarriló la vía Militares y dejó a 20 personas varadas.
- En 2013 una ráfaga de 126 km/h provocó otro descarrilamiento en la telesilla Punta Nevada. Ocho esquiadores sufrieron contusiones o fracturas.
- Una semana después hubo un incidente similar sin que se produjeran heridos.
El antecedente más grave dentro de esta saga de incidentes se registró en 2005, cuando un grupo de esquiadores quedó atrapado entre la sillas del Punta Nevada después de que la pieza que las mantiene separadas se zafara. En esa oportunidad el saldo resultó mucho peor, ya que 17 personas resultaron con quebraduras y contusiones.