Existen muchos mitos alrededor del esquí y los deportes de invierno en general. El miedo a una lesión es una constante en cualquier conversación relacionadas con estas prácticas. Pero esquiar no es sinónimo de problemas de rodilla, es más,
una serie de sencillos consejos pueden reducir al mínimo el riesgo de lesión.
Lo que nunca puede perderse de vista es que snowboard y esquí son deportes. Puede parecer una obviedad, pero lo normal es que nadie corra una maratón sin antes tener
un mínimo de preparación física. Esto es algo que sí suele ocurrir con el esquí, pues son muchos los que suben tan sólo una o dos veces por temporada a esquiar. Hay que amortizar el pase y la jornada es intensiva. En opinión del experto en deportes de invierno Francisco Bernárdez, licenciado en ciencias del deporte y máster en rendimiento físico y deportivo, esquiar tantas horas sin haber tenido una mínima actividad física antes no es recomendable,
«Los músculos de una persona de setenta kilos haciendo un esquí suave pueden soportar hasta un sesenta por ciento más de su peso. Sería como si esquiase con una mochila de 40 kilos aproximadamente».
Si no se tiene una mínima preparación previa el riesgo de lesión aumenta. Afortunadamente, prevenir es sencillo y permite disfrutar mucho más de la jornada de esquí,
«La forma de reducir el riesgo de rotura de ligamento cruzado sería tan sencilla -continúa Francisco- como realizar una curva más amplia reduciendo la velocidad y quitando así la presión sobre la articulación, o fortalecer la musculatura de las piernas».
Pero ojo, si hablamos de un esquí o snowboard practicado de forma recreativa no se debe pensar en un complicado plan de entrenamiento con horas de gimnasio. El trabajo neuromuscular es la clave para prevenir estas lesiones y en ocasiones bastaría con hacer ejercicios en un simple sillón.
«Saltar en parado varias veces al día puede ser una sencilla rutina beneficiosa para las piernas, incluso más que andar. En el caso de las personas mayores, les suelo recomendar que se levanten varias veces rápido del sofá. En mi centro evalúo como evoluciona su fuerza y los resultados son notorios»
De lo que está seguro este profesional con años de experiencia preparando a deportistas de alto nivel es de que se deben romper mitos. El esquí o el snowboard no tienen más o menos riesgo que cualquier otro deporte.
«El riesgo de lesión aumenta si vas por encima de tus posibilidades. En países con tradición de esquí lo normal es ver a gente muy mayor esquiando. No hay problema si la técnica es buena y se adecua al nivel físico»
La
técnica es otro de los factores que contribuyen decisivamente a terminar con una lesión. Según el demostrador del Centro de Estudios Invernales de Sierra Nevada (CEDI), Luis Anias,
«una buena técnica evita hacer gestos innecesarios en los que se emplearía mucha más energía. Igualmente, un buen calentamiento es clave para evitar lesiones.
Técnicamente a la economía de movimiento habrá que sumar el menor consumo de energía que hará que nuestro cuerpo siempre esté en buenas condiciones. De ahí la importancia de aprender de la mano de un profesional de la enseñanza titulado que sepa que hacer en todo momento. No debemos olvidar que el esquí, el snowboard o el Telemark, además de constituir actos sociales son, sobre todo, actividades deportivas en las que deberemos actuar como lo que realmente son, esto es, deporte».