Acabar por los suelos es el principal riesgo de una disciplina extrema que conjuga velocidad, técnica y explosividad en bajadas de tan sólo un minuto y medio en la que compites con otros cinco rivales. "En los Juegos intentaré salir a hacer mi propia carrera para mantenerme al margen del resto y que no me vuelva a ocurrir aquello", asegura
Lucas Eguibar, que cumplirá 20 años en apenas dos semanas y es uno de los favoritos del equipo olímpico español, que se presentó en Madrid, en la modalidad de snowboard cross.
Campeón del mundo júnior y
segundo en la reciente Copa del mundo de Vallnord-Arcalis, Eguibar ha reforzado con sus últimos resultados sus opciones en la cita de Sochi, a la que llega física y mentalmente preparado, tras un año con ciertos vaivenes en el aspecto técnico.
"Desde septiembre volvemos a trabajar con Israel Planas, que es el técnico con el que habíamos preparado las dos últimas temporadas"
En junio pasado la Federación adoptó la decisión de que Daniel Fernández dirigiera al equipo de snowboard cross en lugar de Planas.
"De un día para otro nos dijeron que lo habían quitado. Daniel es buen entrenador, pero Israel es mejor. Nos lo ha demostrado y concuerda más con nosotros, queremos llegar a lo más alto. Luchamos por estar con él y al final lo logramos. Tenemos mayor comodidad en el trabajo desde que volvió él"
Sesiones sin nieve
Eguibar ha realizado una buena parte de la pretemporada en San Sebastián, con entrenamientos sin nieve, por los recortes en viajes y concentraciones.
"En ese aspecto hay que amoldarse a lo que tenemos. Reforzamos la parcela física -tenemos de las mejores potencias del circuito— y 12 días antes de la primera carrera hicimos dobles sesiones, con 5 ó 6 horas diarias de trabajo en la nieve. Se puede trabajar la técnica fuera de carrera con la visualización, pero no es igual",
Practicante de snowboard desde niño, cuando subía una semana al año a la montaña con su madre, fue tras un brillante Campeonato de España a los 15 cuando le incluyeron en un grupo de tecnificación de la selección española. Cuatro años después, disputa sus primeros Juegos.
"Es mi debut olímpico y llego con muchas ganas. Iré a hacer mi trabajo e intentaré mantenerme al margen de las caídas y los toques de mi modalidad. Prefiero no hablar de puesto, sino de que me salga una buena carrera y quede satisfecho"
El porcentaje de suerte que conlleva el éxito o el fracaso en esta disciplina extrema hace que la preparación mental sea también clave:
"Hacemos visualizaciones de cómo es el circuito, nuestros puntos fuertes y débiles y los de los demás. Hay que trabajarlo para aguantar la carrera. Pero la suerte es clave. Mucho. Hay caídas inesperadas. Si uno tiene un error, pueden ir todos al suelo".
Recién llegado de los X-Games, donde otra caída le apartó de las semifinales, a Eguibar le ha valido de gran experiencia preparatoria su presencia en esta competición.
"Es sorprendente cómo tienen organizado el evento. Me ha servido para Sochi", puntualiza.