Según las investigaciones abiertas tras estos accidentes mortales, en el 90% de los casos ha sido el propio usuario el causante al colocarse mal en el asiento. Los fabricantes consideran colocar un dispositivo que advierta al embarcar, que se está mal colocado.
El año pasado en plenas vacaciones de invierno se desató la psicosis después de que los franceses viesen como algunos niños caían desde los telesillas en varios días. Según el STRMTG órgano de seguridad dependiente del Ministerio de Transportes, los accidentes de este tipo se habían duplicado respecto al invierno anterior. Además los medios medios de comunicación se hicieron eco de estas caídas, así que entre el incremento repentino y las apariciones en prensa y tele, el efecto se multiplicó. Pese a todo, desde la Gendarmería de Alta Montaña se advierte del peligro de hacer estadísticas con un margen de tiempo tan pequeño, y afirma que deben tomarse datos desde 10 años atrás para hacer sonar las alarmas.
Pero tomar estadísticas es muy complicado. Es solo ahora, desde hace dos años, que se considera como 'muy grave' todo aquel accidentado que pasa mas de 24 horas en el hospital. Antes se les perdía la pista, por lo que el fenómeno de la 'caída del telesilla' es algo relativamente nuevo y complicado hoy por hoy de hacer comparativas con años posteriores.
Y pese a toda la psicosis que se vivió el año pasado, se está hablando de 30 accidentes en toda la temporada 2012-2013 y 8 caídas desde el telesilla en un país que hace 10 millones de transportes diarios en remontes. En Junio se organizó una jornada de seguridad en remontes bajo el auspicio del Ministerio de Transportes para abordar el problema. Repasando imágenes y tras la charla de los profesionales, una de las razones que se aseguró que causaba estos accidentes era lo confiados conque se subían los esquiadores o incluso las operaciones que se llegaba a hacer sobre la silla, como ajustarse una bota o girar el cuerpo entero, aunque la gran mayoría de las caídas se debió a un error del usuario al sentarse al principio. De hecho dos tercios de los accidentes ocurren en telesillas de pinza fija, esos que no paran para poder embarcar sino que se han de tomar 'al vuelo'.
Algunos operadores de remontes se plantean también colocar asientos en las zonas de aprendizaje para enseñar al debutante como debe sentarse en un telesilla. Una tarea que debe recaer también en el instructor que da clases, como en el personal a pie de remonte.
En cuanto a las soluciones técnicas, algún fabricante ya ha empezado a ensayar sistemas de advertencia automáticos. Un dispositivo fotoeléctrico por fue colocado por Leitner en la estación italiana de Cervinia, y cuando detectaba a algún pasajero mal colocado hacía sonar una sirena. Otros fabricantes se plantean colocar un radar fijo bajo el asiento del remonte para ayudar al personal a detectar una mala colocación del pasajero mediante una señal acústica o visual.
En Claviere, Italia, conectada a la estación francesa de Montgenevre cayó una niña británica de 13 años.
También esta pasada temporada, en las estaciones de Combloux, Chamonix y Morillon cayeron niños de 6 a 12 años desde una altura de 5 a 12 metros sufriendo lesiones graves. En Boneville un fiscal debe determinar la responsabilidad de un remontero, que dejó a un niño menor de 1,25 metros subirse solo, sin un adulto, a un telesilla. En Chamonix una familia se quejó de que su hijo cayó junto al instructor, que no lo pudo sostener.