Porqué te puede interesar un hotel con malas críticas
Pero de todos ellos hubo dos casos que destacaron. Fueron los del responsables de una estación coreana y el de una página web sobre hoteles. En ambas situaciones a la conclusión que llegaron es que es el cliente el que te acaba vendiendo el destino. En el caso de la estación de Corea, se gastaron un dineral en hacer un vídeo oficial presentando su complejo invernal, y apenas lograron 400 visitas en youtube, mientras que los vídeos que habían realizado los propios esquiadores tenían miles de visitas.
En el caso del portal de reserva de viajes pasaba lo mismo. La gente se fiaba más de los comentarios que hacían otras personas que habían estado alojados en esos establecimientos que lo que podían decir los propios responsables de los hoteles. Para asegurarse que las opiniones son reales, piden a cada persona que demuestre que han estado alojados en ese hotel. Son menos opiniones, pero podríamos decir que 100% fiables. Cuando un establecimiento recibe muchas críticas, suele suceder que el responsable trata de, o bien que se los borren, o de contrarrestar con argumentos irreales. El responsable del portal insistió en que la manera de recibir buenas críticas era corregir los fallos.
Otra posibilidad es no corregirlos, y presentar tu establecimiento tal como es, para que el que vaya sepa que se va a encontrar y no tenga una experiencia decepcionante. Es interesante esto, porque aunque alguno crea que esto va contra una política comercial, muchas veces es beneficioso, porque lo que a uno le puede parecer mal, a otros les puede parecer bien.
Por ejemplo, un cliente podía pensar que era un mal lugar para alojarse porque había mucho ruido de niños, y a otro parecerle eso bien porque busca precisamente un lugar donde hayan muchos niños. Hay quien la música del bar de abajo le moleste, y a otros les encante tener un pub debajo del hotel donde poder beber y poder regresar a la habitación caminando solo unos metros. Para acabar puso la foto del Príncipe Carlos de Inglaterra y la de Ozzy Osbourne, asegurando que sería complicado que ambos personajes coincidieran en la opinión que tendrán de un hotel, y que es seguro que cada uno busca una cosa diferente.
En relación a que es el cliente, el esquiador, el usuario o como se le quiera llamar, el que acaba siendo realmente quien venda un destino, lo estamos viendo aquí en nevasport desde hace años. Una de las secciones que más triunfan es la de reportajes, todos ellos están hechos por los propios usuarios. Algunos lo hacen mejor, otros no tan bien, pero cuando llegan de su semana de esquí, cuentan como les ha ido, lo que más les ha gustado de la estación, lo complementan con fotos, y se lo publicamos en nuestra sección de reportajes. Ese amateurismo hace que el lector crea más lo que hay ahí puesto que lo que le tratan de vender desde las propias estaciones. Además hay un cuadro de comentarios donde la gente puede preguntar al propio autor sobre algunas dudas que pueda tener, o pedir consejos puntuales, y en general siempre son respondidos. Esos artículos la realidad es que suelen tener miles de visitas, algunos se cuentan por decenas de miles de lecturas.
En el Internet 2.0, el cliente, usuario, lector o en este caso esquiador, se ha convertido en el 'prescriptor', es decir, la persona que acabará haciendo convencer a otros, de que un destino es el mejor o el adecuado para su experiencia de viaje. Pero aún así, lo que a uno le puede parecer mal, para otros puede ser lo que busca. A veces es el precio lo más importante, y otras las comodidades.