Friso de Holanda fue reanimado por los servicios de rescate que consiguieron sacarle tras permanecer 20 minutos enterrado en la nieve, precisó la televisión pública holandesa (NOS). Iba muy bien equipado, y estaba esquiando (con un único acompañante, no profesor, que fue el que pidió socorro) fuera de pista, pero no entró en una zona cerrada expresamente por el riesgo de aludes, a pesar de que la alarma de avalanchas en la región había sido elevada a 4 ("grande"), en una escala de riesgo ascendente de 1 a 5. Participaron en la búsqueda los equipos de rescate de Lech, el Salvamento de Montaña de Lech y voluntarios de las escuelas de esquí, así como dos helicópteros (Gallus 1 y Libeelle 1), según la nota local que indica que la avalancha ocurrió fuera de las pistas de esquí.
En la acción de búsqueda iniciada de inmediato, esa persona pudo ser rescatada rápidamente gracias al aparato de búsqueda de sepultados, y fue atendida de inmediato por los médicos en un helicóptero, antes de ser trasladado a un hospital, según el comunicado del municipio. El alcalde de Lech, Ludwig Muxel, declaró a la televisión pública austríaca que el alud tenía unos 30 metros de largo y que "no había ningún guía o profesor de esquí" acompañando a Friso de Holanda.
Según el primer comunicado emitido hoy por la Casa Real holandesa
"El príncipe Friso ha sido víctima de un alud en la zona de esquí de Lech, y ha sido ingresado en cuidados intensivos del hospital de Innsbruck. Los médicos han dicho que está estable pero no fuera de peligro"
La familia real holandesa suele pasar sus vacaciones de invierno en Lech, cuyo municipio informó en un comunicado que el príncipe Johan Friso de Holanda fue la única persona sepultada por una avalancha que se desprendió a las 12.15 hora local en la región de Litzen en dirección a Zugetobel. En el Hospital Clínico de Innsbruck las medidas de seguridad se han elevado mucho, y son enormes. No se permite a los periodistas entrar en la clínica, añadió la fuente.El príncipe Johan Friso de Orange-Nassau tiene 43 años y en 2003 renunció a sus derechos al trono para poder casarse al año siguiente con su prometida, Mabel, quien había conocido a Klaas Bruinsma (El Padrino), un presunto traficante de droga muy famoso en el país asesinado a las puertas de un hotel de Amsterdam en 1991.
Mabel no explicó al gobierno holandés de entonces toda la verdad sobre esta relación, por lo que el Ejecutivo decidió no pedir al Parlamento el visto bueno al enlace matrimonial (necesario para mantener los derechos sucesorios), y obligó así a Friso a elegir entre su boda y sus derechos de sucesión al trono. Del enlace han nacido dos hijas, Emma y Joanna, de 6 y 5 años respectivamente.