El comisionado de la candidatura Barcelona-Pirineos 2022, Enric Truñó, sfirmó que todas las recomendaciones que se han extraído del seminario organizado con los responsables de los Juegos Olímpicos de Turín 2006 servirá para "enriquecer nuestro trabajo a la hora de abordar el Plan Director de la candidatura", que tiene que estar terminada a mediados de este mes de septiembre y que se está redactando desde la oficina técnica.
Truñó ha subrayado la importancia de aprender de la experiencia de la última edición unos juegos olímpicos de invierno celebrados en Europa "por lo que tenemos de similar". Entre todas las recomendaciones que ha ofrecido el ex alcalde de Turín, Valentino Castellani, Truñó ha suscrito la importancia de la la relación entre la ciudad y los municipios de montaña "para que el proyecto se convierta en un objetivo de país, y no sólo de una ciudad".
En este sentido, Castellani, también presidente del comité organizador de los Juegos de Turín, ha advertido en varias ocasiones que "si bien de los quince días de competición son esenciales, más importante es el legado que nos pueden dejar los Juegos" en el ámbito de montaña, y ha recomendado a los representantes locales de los municipios del Pirineo-algunos de los cuales estaban presentes en el seminario-concentrarse en "trabajar por esta herencia" en su territorio más allá de la propia competición.
Castellani ha puesto de ejemplo la infraestructura de fibra óptica que llegó a los municipios montaña gracias a los Juegos Olímpicos de 2006, o la instalación de nieve artificial a muchas de pistas que, hasta entonces no tenían. "Esa instalación permitió, por ejemplo, que en invierno de 2007 que no cayó ni una gota de nieve, muchas estaciones se salvaran de la bancarrota".
El ex alcalde de Turín también ha destacado la importancia de pensar unos Juegos "sostenibles, tanto económica, como social y ambientalmente", uno de los factores de más peso que valora el Comité Olímpico Internacional, y que incluya, en la elaboración de la candidatura, "todas las fuerzas políticas y sociales, de manera que se actúe con la máxima transparencia".
Turín 2006 trajo a la ciudad (que cuando fue elegida registraba un 12% de paro), una renovación urbanística de gran alcance que implicó entre otras cosas la recuperación de naves abandonadas por la crisis de la industria de el automóvil. En la actualidad, todas las instalaciones deportivas de los Juegos son explotadas turísticamente, o son utilizadas como centros de convenciones todo el año.
La ciudad de Turín aglutinó los deportes de hielo y todas las ceremonias de entrega de medallas, una de las claves del éxito entre el público turinés, según el ex alcalde, ya que pudieron asistir de forma gratuita. Las pistas, a unos 120 kilómetros de la ciudad, acogieron los deportes de nieve. La organización contó con la colaboración de hasta 18 mil voluntarios, que aún participan en diferentes eventos deportivos y sociales gracias a diversas asociaciones que se crearon a raíz de los Juegos Olímpicos.
Castellani, junto con Paolo Bellino, director adjunto de comité organizador, y Giambattista Quirico, dirigente de la Agencia Torino 2006 y actualmente ingeniero en jefe del ayuntamiento de Turín, cerró esta semana el seminario organizado para la Oficina Técnica de Barcelona-Pirineos 2022 advirtiendo que Barcelona y sus ciudadanos deben encontrar
"una motivación conjunta, el alma de los Juegos que ya se vivieron para el 1992, para ilusionar a, y eso implica hacer un trabajo muy profundo, con tiempo".
