La catalana Mireia Miró ha abandonado la carrera, mientras que la primera mejor posición de los andorranos la ha hecho Sophie Dusautoir, repitiendo la quinta posición. Debido a la nevada de la noche, el trazado se ha tenido que modificar y se han hecho sólo tres ascensiones de las cuatro previstas, con un total de 14 kilómetros y 1.520 metros de desnivel.
El director de los mundiales, Francesc Poujarniscle, ha explicado que la nevada ha obligado a volver a trazar el recorrido durante la mañana, y a improvisar uno nuevo encontrando el equilibrio entre la seguridad para los corredores y el hecho de ser atractivo y digno para un campeonato del mundo. La mayoría de corredores han asegurado que el nuevo recorrido, que ha constado de dos subidas al Montmalús y una a Sierra Seca, ha sido muy técnico y con unas condiciones magníficas que no se esperaban. De hecho, la tercera ascensión no se ha decidido hasta el último momento, después de que, gracias a la colaboración de Grandvalira, se haya podido hacer bajar una avalancha para garantizar la seguridad de los atletas. El recorrido que finalmente se ha hecho tenía 4 kilómetros menos y 260 metros menos de desnivel que el original.
El ganador de la categoría masculina, Florent Troillet, ha explicado que la primera subida ha sido muy dura porque le dolía una pierna, pero que después se ha ido encontrando mejor y ha hecho los otros dos ascensos junto con Kilian Jornet. No ha sido hasta la última bajada que se ha podido distanciarse del ceretano, ya que el suizo es superior en bajada. Jornet, se ha mostrado satisfecho de su resultado y orgulloso de no haber dejado escapar Troillet hasta el final.
En cuanto a las chicas, Laetitia Roux, que ha destronado a Pedranzini, ha destacado que ha seguido la estrategia que había planeado, yéndose regulando durante el recorrido, y que el hecho de haber nevado ha sido una ventaja para ella, ya que venía muy preparada para hacer un recorrido muy técnico.