En cuanto a la venta, este sector del negocio ha obtenido unos resultados peores, provocados por la crisis económica y la bajada del poder adquisitivo de los turistas. En algunos casos, los pedidos de material destinado a la venta se han reducido en un 20 por ciento y los establecimientos también intentan reducir al máximo los gastos. De hecho, en algunos locales durante la pasada temporada ya se prescindió de algún trabajador o se optó por reducir la jornada laboral de una parte del personal o para hacer algunos contratos más cortos. Y es que en el otoño pasado las expectativas eran muy malas a causa de la crisis, y finalmente, gracias a la buena campaña de nieve, las cifras obtenidas son similares a las del año pasado.
Sin embargo, hay quien considera que no es normal que con la cantidad de nieve que ha habido este invierno, y con el incremento del número de días de esquí, las cifras de negocio no hayan sido superiores o similares a las hace tres temporadas.
En algunos casos, los responsables del sector también alertan de que la fuerte competencia de precios que hay entre establecimientos puede repercutir en la calidad del material que se alquila. De hecho, la mayoría de tiendas se ven obligadas a trabajar con unos márgenes muy reducidos. Además, los operadores turísticos tienen mucha fuerza y se aproveche de la situación para bajar mucho los precios.
En cuanto al volumen de ventas, la bajada se ha notado sobre todo en el material duro (esquís, botas, tablas de snowboard), un hecho atípico ya que es durante las temporadas con más nieve que se adquiere más material. La crisis económica y la devaluación de algunas monedas respecto al euro explican esta disminución, así como la fuerte competencia que hacen cadenas de establecimientos de los países vecinos.
Viendo la caída del mercado inglés y británico, los responsables tienen claro que se debe cuidar el cliente de proximidad. Por eso están preocupados por la disminución del cliente madrileño.
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