El famoso fuera-pista de la Grande Motte, se ha perdido para siempre. El muro norte de la montaña ha perdido su visera por culpa de la caída de una enorme placa de hielo que ha dejado un gran abismo, tan grande como dos campos de fútbol. Esta es la terrible estampa que los gestores de Tignes se han encontrado cuando estaban preparando las pistas.
El enorme alud ocurrió el pasado 17 de septiembre por la tarde, pero no ha sido hasta esta semana que la noticia ha llegado a los medios. La parte que se ha desprendido mide aproximadamente unos 30 metros, y pertenece al glaciar de la Grande Motte, situado a 3.653 metros de altitud, y algo alejado de las pistas. Se deslizaron cientos de metros cúbicos de hielo y nieve, y el desprendimiento del polvo del elemento blanco llegó incluso a los edificios situados en la parte inferior de las pistas de esquí.
En la Grande Motte los remontes llegan hasta los 250 metros por debajo de la cumbre, y su area esquiable es famosa por que es allí donde Tignes abre su pistas de esquí de verano. Muchos aficionados al fuera pista han estado yendo hasta la zona para tratar de aprovechar la nieve recién caída, pero el itinerario está definitivamente impracticable porque se sustentaba gracias a la enorme placa de hielo que ha caído.
Ahora hay un enorme agujero que, según los especialistas, es todavía muy inestable y podría verse afectada por nuevos aludes. Las teorías sobre su caída se centran siempre en lo mismo: el cambio climático. Aún así, expertos afirman que la gran ola de calor deel verano de 2003, destruyó gran parte de este glaciar, y sus efectos pueden seguir saliendo en los próximos años. Un alud parecido ya ocurrió dos años después de aquella ola de calor, cuando en 2005 una caída por encima de Chamonix ocurrida en el glaciar del Argentière, separó 400.000 metros cúbicos de hielo con un frente de 200 metros.