Los británicos pasan Bulgaria a los rusos

Actualmente, alrededor del 90 por ciento de los compradores de segundas residencias en las estaciones de esquí de Bulgaria son extranjeros. Hace un par de años, en el 2006, los inversores británicos e irlandeses formaban el núcleo importante de estos compradores, que eran los responsables del 80%, aproximadamente, de la cuota de mercado.

Sin embargo, un año después, en 2007, esto se ha invertido. Ahora entre el 70 y el 80% de estas propiedades de vacaciones de esquí, son compradas por rusos, checos y los mismos búlgaros, y tan sólo el 20% los compran los los británicos e irlandeses. Las empresas inmobiliarias del país afirman que los compradores de habla inglesa representaban el 39% de las ventas de 2007, por un 38% de los de habla rusa.

A partir de estas cifras, es evidente que con los problemas económicos en casa, los británicos tienen menos probabilidades de comprar residencias en Bulgaria. De hecho, tienen dificultades para hacerlo en cualquier país extranjero. Por eso los grandes especuladores se están moviendo en otras direcciones en busca del próximo 'punto caliente' en cuanto a inversionistas se refiere.

De todas maneras, la sensación en el país es que el cliente británico no volverá hasta por lo menos un par de años, ya que por lo general necesitan hipotecas para financiar las compras de estas segundas residencias y actualmente conseguir una en el Reino Unido se ha puesto bastante difícil. Esta ha conseguido una reacción del mercado inmobiliario, que está empezando a ofrecer rebajas de entre el 8 y el 12% en las viviendas que oscilan entre los 45.000 a 90.000 euros, que son las que tradicionalmente compran los británicos.

La disminución de compradores británicos sin embargo, no ha detenido el mercado de viviendas búlgaro. Agentes inmobiliarios con sede en Rusia, afirman que Bulgaria ha superado a España y Montenegro respecto a la preferencia de los rusos a la hora de comprar una segunda residencia. Los rusos ven a Bulgaria como un buen lugar para pasar sus vacaciones familiares, con el Mar Negro mas cerca que el Mediterráneo y mas asequibles que en su país.

De otro lugar donde se espera que lleguen potenciales inversores es del Golfo Pérsico, ya que el Sultán de Omán, es el principal accionista de la estación de esquí de Super Borovets, y se espera que los ciudadanos de este sultanato empiecen a comprar una vez el proyecto esté prácticamente desarrollado.

Por otra parte, Gek, una importante empresa griega, ha invertido 72 millones de euros a sólo 10 km de Borovets. Ante la falta de buenas estaciones de esquí en Grecia, y gracias a su proximidad a Bulgaria, creen que sin duda puede ser un buen potencial para atraer a muchos compradores griegos.