Cargo: Director General de Grandvalira
Nacido en: Barcelona, hace 57 años
Estado Civil: Casado, con tres hijos
¿Qué balance hace de su contribución a Grandvalira?
Haber contribuido a que se formara la unión de Soldeu-El Tarter y el Pas de la Casa es, para mí, muy importante. Era algo esperado en el mercado y se ha hecho realidad.
¿Cual es el hito que más valora?
El reconocimiento que hemos tenido en el ámbito externo, puesto que uno puede pensar que está haciendo una cosa que tiene valor, pero lo importante del valor es, que te lo de el mercado, los clientes y el sector del mundo de la nieve. Hemos conseguido que nos reconozcan internacionalmente.
¿Se han cumplido los objetivos, pues?
Se ha conseguido homogeneizar una marca y que las dos sociedades Ensisa y Saetde fueran en una línea única. Al principio, había reticencias de abandonar los nombres de las dos estaciones, pero se ha aceptado muy bien el cambio con el diseño de los diferentes sectores, una apuesta que fue un acierto. La gente se ha sentido identificada porque no se ha perdido la toponimia original, ya que cada una de las seis entradas tiene su personalidad. Esto ha permitido mantener los nombres históricos ya asociados con el nombre global de Grandvalira. Los dos ejes que pensé como estrategia de tamaño y diversidad los hemos logrado.
¿Y en el ámbito interno?
También. Veníamos de dos sociedades con sistemas diferentes. La unificación de criterios de trabajo comportó un gran esfuerzo que se convirtió en un objetivo interno básico para poder ofrecer un producto conjunto.
¿Cómo se ha gestionado esta fusión?
El trabajo no ha sido fácil porque se han debido coordinar los diferentes equipos de las dos empresas. Veníamos de culturas diferentes con maneras de hacer diferentes. Esto lo hemos ido gestionando temporada tras temporada con las prioridades, sensibilidades y expectativas de cada una de las partes. Es un modelo complejo, pero la gente se ha sentido identificada y ha respondido. Esta vinculación ha llegado porque hay un buen entorno a trabajo.¿Cómo definiría el grupo de trabajo?
Participativo y exigente. Hay una visión clara de dónde quieres ir. La exigencia diaria hace que mejoremos y seamos capaces de competir con un mercado difícil.
¿Cómo ha actuado la dirección con este equipo?
Intentamos que los temas se puedan debatir y tener informados a los miembros de todo el equipo. Es decir, yo no entiendo que la dirección se deba guardar una información por tener un poder, el poder es tiene de una forma estructurada porque tienes una responsabilidad, pero lo importante es la autoridad informal que se da a base de que la gente te acepte como Jefe.
¿Y como se define como Jefe?
Soy muy exigente conmigo mismo y muchas veces esto hace que los que trabajan conmigo también se autoexijan. La propia manera de trabajar hace que el ritmo sea intenso y que los departamentos tengan una buena marcha. Soy una persona que siempre quiere tener muy claro hacia dónde hay que ir, de planificarme para poder conseguir los objetivos, pero a la vez soy flexible para poder cambiar, puesto que para mí la planificación no es una rigidez. Considero que soy positivo y esto creo que también ayuda a transmitir energía positiva a mi equipo. Procuro liderar más por compromiso que por imposición. Y también, aunque pueda parecer muy tranquilo y reflexivo, tengo un temperamento muy inquieto.
¿Ahora empieza una nueva etapa para Grandvalira?
Tenemos una estructura bien consolidada y ahora seguramente es momento de abrir nuevas vías de negocio y de impulsar mucho la comercialización. La nueva etapa creo que la traerá el mercado, según lo que pida y según su evolución. No se tratará de una revolución, sino de una evolución.
¿Qué consejos le daría al nuevo Director General?
Más que consejos le doy información de como está el mercado actualmente, de como es la estructura social en el Principado de Andorra, de como son los sectores que están en nuestro negocio y de las peculiaridades de una estación de esquí. Mi rol es darle mucha información, más que consejos concretos.
¿Comparten la misma visión en cuanto al negocio?
Sí. Por ejemplo, intensificar la presencia comercial en los mercados como por ejemplo el inglés. Después también coincidimos en que la montaña es un centro de operaciones de ocio en el cual se han de abrir vías complementarias aparte del esquí. También, al mirar de buscar actividades que desestacionalicen en cierta medida, aun cuando es justo decir que se ha de ir con cuidado porque milagros no hay y se deben buscar otras vías por ejemplo en verano.
¿Le da miedo la recesión económica que se aproxima?
Soy optimista. Siempre que se cierra una puerta, se abre otra. Aún así, hay respeto. Hay tres factores que juegan: el mercado español, que es importante para nosotros; el cambio climático, al cual nos estamos adaptando, y la competencia en Europa, que está muy ajustada entre los diferentes destinos. Además, últimamente, con el cambio del dólar, los Estados Unidos están cogiendo un empuje importante. Debemos saber gestionar este entorno. La ventaja es que tenemos muchas cartas con muchos recursos.
¿Valoran la rebaja del precio del forfet para hacerse más competitivos?
No lo creo. Nosotros ya hacemos esfuerzos comerciales en mercados sensibles como por ejemplo el escolar, por poner un ejemplo. Si comparamos los kilómetros de pistas y todo el valor añadido que incorporamos es algo que el cliente debe valorar. De todas formas, no creo que el precio del forfait sea determinante a la hora de escoger los destinos. Ahora bien, ha de haber prudencia con la subida de precios los próximos años.
¿La expansión del dominio esquiable a Francia puede acabar de consolidar la marca?
Sí. Es una puerta de entrada más a Grandvalira que incorpora más kilómetros de pistas. Desde el punto de vista del producto comercial, le doy un valor añadido, sin el menor asomo de duda.
Tras cinco años en el cargo de director general, ¿de qué manera seguirá vinculado a Grandvalira?
Continuaré al frente de Ensisa y como representante de esta entidad en el consejo de administración de Grandvalira.
A partir de ahora, ¿cómo distribuirá su tiempo?
A la docencia, colaborando con ESADE, en proyectos personales, en la familia y en actividades relacionadas con el alpinismo.
