En total han sido 134 días de esquí en óptimas condiciones gracias a la nieve artificial y a las nevadas continuadas que se han registrado. Pese a que la calidad de la nieve hubiera permitido alargar la temporada, criterios empresariales han hecho aconsejable cerrarla este domingo tal y como estaba previsto desde principio de temporada.
La temporada 2006-07 se cerró con una disminución de un 20% del volumen total de ingresos respecto a la temporada anterior (05-06), en qué se vendieron 1.750.000 forfaits. Fuentes próximas a los dos dominios esquiables coinciden que “era fácil mejorar el volumen de ingresos del periodo anterior”, aunque, según Conrad Blanch, director de Grandvalira, este año “no ha sido fácil”. Mientras que personas próximas a Vallnord equipararían los resultados de esta temporada a los de hace dos años, Blanch prevé que el volumen de ingresos estará ligeramente por debajo. El todavía máximo responsable de Grandvalira puntúa la temporada con una nota “justita”, aunque “aprobada”, puesto que, según él, “las grandes nevadas llegaron tarde y se produjeron en condiciones adversas”, es decir, “con malas condiciones climatológicas que frenaron la llegada de esquiadores”. El director del dominio esquiable considera que, pese a las condiciones de la nieve “no han sido óptimas”, ha habido “la suficiente buena nieve” durante los meses de invierno.El tiempo también ha respetado las previsiones de apertura y cierre de las estaciones, y sobre todo ha permitido que en periodos de mayor afluencia, puentes y festivos, las pistas hayan sido en buenas condiciones, cosa que ha favorecido el buen funcionamiento de todos las estaciones
Respecto a la afluencia, el director de Grandvalira considera que ha sido “regular, sin demasiadas puntas”. Según Blanch, el hecho que tardaran en llegar las grandes nevadas “frenaba la llegada de esquiadores que pensaban que no había basta nieve, aunque había”, y esto desvió “un volumen importante de turistas hacia otros destinos”, entre las cuales destaca “los Alpes”, lugar que, según el máximo mandatario de Grandvalira, ha acogido durante este año “muchos esquiadores británicos”. Sin embargo, fuentes próximas a los dos dominios del Principado coinciden en afirmar que pese a que la temporada se cierra “con poca afluencia”, las condiciones de nieve son “óptimas para la época del año”.Pistas con nieve pero con poca afluencia este fin de semana
En Vallnord este domingo han acudido unos 2.500 esquiadores para despedir la temporada. La meteorología ha permitido que, a diferencia de la temporada anterior, se hayan podido celebrar todas las pruebas previstas en los calendarios de Vallnord y Grandvalira.
Las pistas de Pal-Arinsal, en Vallnord, ofrecían ayer un aspecto bien particular: el color blanco tendido hasta el horizonte, pero con un número muy limitado de esquiadores. Los visitantes coincidían que el hecho de ir a esquiar en estas fechas se les hacía “extraño” y algunos apuntaban que “ahora ya es hora de cambiar los esquíes por el bañador”. Sin embargo, una buena parte se ha desplazado con la familia y un grupo de amigos para disfrutar del último fin de semana de deportes de invierno. “Como que mi familia tiene vacaciones, hemos decidido ir a esquiar porque nos gusta mucho la nieve”, señaló Beatriu Grougnet. “Hemos venido para cerrar la temporada, con los niños y un matrimonio amigo nuestro y realmente hemos podido esquiar muy bien”, apuntó Maria Hernández. La nieve, según los esquiadores, estaba en muy buen estado en las cotas altas, dónde había nieve polvo y nieve nueva. Pero todos ellos están de acuerdo en que las nevadas de los últimos días les han dejado unas pistas “en muy buenas condiciones, que parecen desaprovechadas”, puesto que presentan “muy poca afluencia de gente”.
