Una parte de la financiación irá con cargo a la sociedad adjudicataria del proyecto, Ski Resort Internacional, una filial participada al 100% por Saetde. La sociedad teme que la operación pueda comportar un nuevo frente con el Comú de Encamp. Para evitar conflictos, el director general de la sociedad, Joan Viladomat, explicó que se contemplan varias fórmulas. “Lo haremos como se sienta más cómodo el Comú”. Las alternativas van desde que Saetde impulse el proyecto, hecho que comportaría la participación de la corporación, hasta que los accionistas privados de la sociedad constituyan una de nueva para tirarlo adelante.
El proyecto implica, además del ayuntamiento francés de Portè y Pimorent, el consistorio de Porta, puesto que Porte des Neiges forma parte de este municipio. El alcalde de Portè y Pimorent destacó que “para poder lograr el éxito, el trabajo debe ser conjunto”. Sardà ha depositado bastantes expectativas en este macroproyecto para desarrollar el pueblo, integrado por 150 habitantes. “Garantizará la supervivencia del pueblo y de la estación porque, sino, sufrimos el riesgo de desaparecer”, remarcó el responsable municipal.
Uno de los cambios más importantes para Porté y Pimorent será la oferta de alojamientos turísticos. El complejo incluirá 180 habitaciones de hotel, 105 apartamentos de alquiler y entre 95 y 105 destinados a la venta. En conjunto, se prevé habilitar 2.600 camas. El director de actividades, estadios y snowparks de Grandvalira, Nadal Antor, adelantó que la sociedad gestora “quiere atraer a los turistas a través de un único operador internacional que tenga una cartera importante de clientes durante todo el año”. Como atractivo turístico en verano, el proyecto prevé un campo de golf de 18 agujeros, además de paseos a caballo, excursiones y pesca. La construcción de todo el complejo empezará en 2010, según indicó el director de Grandvalira-Porte des Neiges, Vicent Tassart. La prioridad en el calendario es la unión de las pistas, para continuar con la construcción de apartamentos y hoteles. El directivo de Grandvalira confía que en tres años se puedan terminar las obras. El complejo podría entrar en funcionamiento en 2013. Aún así apunta que la plena explotación del campo de golf se logrará en 2015.
Los obstáculos para conseguir los permisos
El proyecto Carlit-Pimorent ya ha pasado por la supervisión de una quincena de administraciones francesas, según explicó ayer Grandvalira, y espera el visto bueno de las autoridades.
Una de las dificultades más importantes tras la aprobación del proyecto es la obtención de permisos. Y más en Francia. Las leyes de impacto ambiental en al lado vecino destacan por ser muy restrictivas. El requerimiento más deseado por parte de los gestores del proyecto es la autorización conocida por UTN (Unité Touristique Nouvelle). Nadal Antor, explica que, una vez se obtenga este permiso, empezará la solicitud de las autorizaciones para la construcción, que deberá aprobar el ayuntamiento. Durante este tiempo de preparación, la gestora se ha asesorado por las consultoras medioambientales, como Biotop, con la consigna de preservar “al máximo el entorno”. Pese a las trabas burocráticas, el director de Porte des Neiges, Vincent Tassart, confía en conseguir los permisos este mismo verano como plazo máximo.
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