Tras la gira norteamericana, es decir, 8 de las 40 carreras ya disputadas, un trío parece destacar más que ningún otro.
El más impresionante en Beaver Creek fue sin ninguna duda Daniel Albrecht. El suizo de 24 años se llevó dos de las cuatro pruebas: la supercombinada y el eslalon gigante. Albrecht, campeón del mundo de la supercombinada y subcampeón del slalom gigante la primavera pasada, confirmó que los Mundiales del 2007 no fueron un 'accidente' y si un verdadero 'aviso' para pegar un gran empujón a su carrera.Ensayo general
"Este verano, dije que esta temporada sería un ensayo general para tratar de ganar la general. Este siempre ha sido mi objetivo. Si sigo encadenando victorias, tendré que empezar a pensar en ello seriamente", dijo el que disfrutó de una cuarta posición en el súper-G y que le permitió en cabeza de la clasificación general. Con 272 puntos, el suizo adelanta a su compatriota Didier Cuche. Desde el comienzo del año 2007/2008, el treintañero ha coleccionado las terceras plazas, con el super-G de Lake Louise, y el descenso del eslalon gigante en Beaver Creek.
"Espero seguir con esta racha. Pero el que merece aún ser el líder es Svindal. Tenía 100 puntos de fuera a quedarme sobre este lanzamiento. Pero el que todavía merece ser líder es Svindal. Tenía 100 puntos de ventaja al llegar a los Estados Unidos. Lo echaremos de menos. Espero que vuelva lo antes posible".
Miller es más sabio
El árbitro del duelo helvético es el austriaco Benjamin Raich, siempre entre los tres primeros del mundo desde hace cuatro años. Número uno mundial en 2006 y perseguidor de Svindal el año pasado, Raich está a tan sólo cuatro puntos de Cuche y a 17 de Albrecht.
Miller que se ha distanciado de su Federación, tiene en todo caso el potencial para encontrar de nuevo el camino para llevarse un título que ya consiguió en el 2005. Según entrenadores extranjeros, el esquiador de Franchonia a progresado técnicamente adoptando un estilo mas calmado.
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