Hemos invertido en primer lugar en innivación artificial. Es un capítulo muy importante, ya no por el aspecto concreto de la última temporada, sino porque es la tendencia de los últimos daños. También hemos invertido en la red de cañones en las zonas de enlace de Soldeu hasta Grau Roig y el retorno a Canillo, porque la temporada pasada vimos que se debían cubrir algunos puntos críticos. Por lo tanto, hemos buscado la conectividad con cañones de nieve y esto hace que en el 43 por ciento de nuestro dominio, aproximadamente, haya nieve artificial.
También hemos creado nuevas pistas. Un ejemplo muy claro es la del Avet, para celebrar la Copa de Europa y la Copa del Mundo en un futuro. También hemos inaugurado uno teleesquí en el Pic Blanc para la zona del freeride en Grandvalira - Grau Roig. Un tema que hemos trabajado muy a fondo es la potenciación de todo el Mickey Snow Club mediante un circuito de montaña con toda la magia de Disney, incrementado con una serie de servicios en las escuelas y restaurantes con menús infantiles. Es decir, un conjunto de beneficios para los socios del Club, que podrán tener una serie de compensaciones.
Los restaurantes de las pistas se han mejorado, también apostamos por el freestyle, en que hemos sido pioneros, y hemos creado una nueva zona en Pas de la Casa con el añadido de la zona Snow Park de El Tarter. La oferta de servicios de la escuela de esquí también ha aumentado de una manera cualitativa, sobre todo los destinados a una serie de freeriders, a los Camps femeninos y a los talleres de élite, dirigidos a los esquiadores muy adelantados.
Y en el ámbito de atención al cliente, ¿qué mejoras se ha aplicado?
Estas son las novedades a grandes rasgos, que siguen la estrategia de los últimos años, porque nuestros visitantes quieren la excelencia en cada uno de los ámbitos, ya sea en el producto básico como en la preparación de las pistas y en los remontes, eficientes y confortables. Es decir, que la experiencia en nuestras montañas sea el máximo de enriquecedora y satisfactoria.
Cada día pasa una cosa en Grandvalira, cosa que quiere decir que el abanico de actividades que ofrecemos en todos los ámbitos es muy potente. Tampoco hace falta obviar los grandes acontecimientos que acogemos, como por ejemplo el Total Fight y la Copa de Europa, que congregan muchos espectadores y medios de comunicación.
¿Cómo se traducen todas estas inversiones en cifras?
Estamos hablando de unos 12,3 millones de euros.
¿Por qué un esquiador debe decidir a venir a esquiar a Andorra?
Andorra es más por la cuestión de estación de esquí, y este es nuestro hecho diferencial. Primero porque nuestras estaciones son el máximo de competitivas, y esto no sólo lo dice un catalán sino que lo dicen esquiadores franceses, austriacos, suizos... Y es que nos vienen a visitar de muchos lugares del mundo y nosotros también vamos a visitar diferentes estaciones. Aun así, esto no impide que debamos ser autocríticos.
Cuando nos viene a visitar esta gente, como es el caso de los Alpes, se piensan que vienen al lugar más escondido y salvaje de los Pirineo y se quedan enormemente sorprendidos. Reconocen nuestra capacidad técnica y los medios que tienen las pistas y esto ya de por si es una tarjeta de visita. Si a todo esto añadimos que en Andorra se puede encontrar una oferta complementaria de compras, con unos buenos establecimientos hoteleros y también con otras actividades complementarias como es el termalismo, pues el país es un punto de atracción.
En suma, también hemos de añadir la curiosidad de despierta un país de 500 kilómetros cuadrados con este potencial de esquí. Al fin y al cabo hace que seamos competitivos ante Catalunya y ante Europa. También, como en todo, hay mucho camino por hacer en otras cuestiones.
¿Qué puede hacer Andorra ante ofertas tan competitivas como las que se ofrecen en los Alpes franceses, por ejemplo?
Aquí mi mensaje es clarísimo: debemos defender los precios. Se trata de autolimitarnos a nuestro potencial de mejora, que viene dictaminado por unos márgenes empresariales que han de existir, si realmente queremos facturar nuestros servicios y productos a un precio de mercado bueno. Los costes son los que son y cada vez se incrementan. En este punto, como país cada vez tenemos un tema impositivo más importante, un aumento salarial importante, una serie de nuevas leyes que cada vez nos exigen más cosas y los costes aumentan. Por lo tanto, no tenemos otro camino, si queremos mantener los márgenes, hay que subir los precios.
También hay que tener en cuenta que nuestro establecimiento, que se puede encontrar en un paquete de una oferta conjunta de estancia, es decir, estación y alojamiento, será de buena categoría y con un estatus. Todo esto hace que venir aquí a esquiar no sea demasiado barato, pero cuando comparamos estas ofertas debemos ver que, posiblemente, en los Alpes no será en iguales condiciones que aquí, y nos encontraremos con apartamentos compartidos. Por lo tanto, si somos capaces de escoger unos buenos hoteles, milagros no se pueden hacer.
¿Considera que Vallnord se ha desmarcado ofreciendo el forfait de temporada a 134 euros para todos los residentes?
Considero que todas las estaciones hemos hecho un gran esfuerzo y es un paso muy importante porque hemos hecho accesible el esquí a los andorranos y a los residentes. Y es que las mismas estaciones hacemos mucho por el esquí nacional y dedicamos muchos esfuerzos al esquí escolar, con unos precios muy económicos, y también por el forfait extraescolar, sin olvidar los clubes de esquí del país.
¿El Gobierno también ha de asumir los costes de los transportes de los esquiadores a pistas?
Una de las cuestiones que está más clara es que se ha de organizar de una manera más eficiente el transporte de los esquiadores a las pistas porque en todos los países con estaciones este servicio funciona bien y en Andorra no, y no sólo debemos ser las estaciones las encargadas de ofrecer este servicio.
Es justo decir que esta es una de las quejas más importantes que tenemos de los mercados con los cuales operamos y una asignatura pendiente. Hemos de estar muy atentos porque el mercado inglés está menguando y no nos podemos permitir el lujo de perder este mercado. En todo caso, el turista inglés es el que se aloja en hoteles a pie de pista, pero el turista ruso y el americano acostumbran a alojarse en hoteles más céntricos, y aquí aparece el problema a la hora del transporte hasta las pistas.
Por lo tanto, ¿se debería producir una reunión conjunta entre Ski Andorra y el Gobierno por buscar una solución?
Pese a que somos a menos de un mes del inicio de temporada, considero que debe ser la parte pública quien convoque este encuentro y precisamente también debe ser el sector público el que aumente los recursos, porque hay un interés generalizado que se ponga en práctica una solución.
¿Esperan que a través de la creación de Andorra Turismo S.A. se de una solución a esta problemática?
Lo que claro está es que Andorra Turismo debe servir para contribuir de una manera conjunta a solucionar estos problemas y tiene mucho que decir. Debe ser un punto de encuentro para expresar todas las inquietudes tanto del sector privado como del público.
¿Esta entidad también ha de incentivar la promoción de las estaciones de esquí en el exterior?
Sí. Se debe promocionar de manera conjunta. En el caso de Grandvalira, hemos destinado 2,8 millones de euros a promoción en el exterior de esta temporada de invierno.
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