Ski Andorra presenta el balance 06-07, y las novedades 07-08

"La temporada de invierno no ha sido mala, pese a que ha sido atípica, marcada por la carencia de precipitaciones en el inicio y durante la temporada, y con una nieve excepcional en la recta final del mes de abril". Este es el balance que hizo Josep Maria Camp, el presidente de Ski Andorra, tras la asamblea general del organismo, que tuvo lugar el viernes por la mañana. Camp destacó el gran esfuerzo humano junto a la producción de nieve artificial como elementos clave para poder mantener abiertas las instalaciones durante toda la temporada, con una media de 127 días abiertos.

El mercado ingles

De izqda. a dcha.: Blanch, Camp, Rotès y Medina

El objetivo para este año se centrará a fidelizar a los clientes rusos y mantener a los esquiadores británicos. Esta última temporada se ha reducido notablemente el número de esquiadores "de proximidad", es decir, los que vienen durante el fin de semana desde Francia y España. Camp atribuyó esta bajada, de cerca del 25%, a los cambios en la meteorología, factor clave para los turistas de los países vecinos.

60.000 de los esquiadores que llegan a Andorra lo hacen desde el Reino Unido (un 20% del total), aunque en el caso de Arinsal, estos esquiadores suponen el 50%. Ante estas cifras, el presidente de Ski Andorra manifestó preocupación por la poca promoción que el Ministerio hace de Andorra en ese país. Camp comparó la inversión en promoción turística que llevará a cabo el Gobierno en Francia, España y el Benelux, cifrada en dos millones de euros, con la prevista paor las estaciones de esquí, que será de 4,5 millones, y señaló que haría falta promover más el turismo en el Reino Unido, puesto que "es el que más pernocta en el país".

Resultados positivos
Pese a la falta de nieve, tanto Grandvalira como Vallnord han mantenido el calendario de competiciones deportivas. Han sido estos acontecimientos, sobre todo los de bicicleta de montaña, los que han hecho posible un máximo aprovechamiento de las pistas pese a las malas condiciones meteorológicas.

Las estaciones de Andorra han cerrado la temporada con un total de 1.892.990 forfaits vendidos, lo que representa un 24% menos respecto a la temporada anterior. Los ingresos también han bajado, un 20% respecto a la pasada campaña, cifra que posiciona a Andorra muy por encima de la media de las estaciones de los Pirineos. Pese al evidente descenso, el presidente de Ski Andorra dijo que "a una mala temporada se le debe dar un buen pase", y mostró el deseo de que esta temporada que viene transcurra "con naturalidad".

Novedades para la próxima temporada
Las estaciones de esquí han previsto una inversión total de veinte millones de euros, destinada a mantener la competitividad, sobre todo ante el emergente mercado de los países del Este. Pal-Arinsal destinará 5,5 millones de euros a un nuevo telesilla de seis plazas, nieve artificial y a servicios para los niños, y Arcalís destinará un millón de euros a mejorar la restauración.

En Grandvalira se invertirán 13,5 millones de euros en una múltiple acción que englobará la mejora de los servicios, el equipamiento de varias zonas, la producción de nieve artificial y el campo de golf.

La ocupación sigue preocupando al sector, que seguirá pidiendo al Gobierno que los trabajadores eventuales puedan obtener los permisos de inmigración con más facilidad. Viendo las complicaciones con qué se ha encontrado últimamente el sector hotelero, desde Ski Andorra se prevé que pasará lo mismo con el inicio de la temporada de invierno. Camp mostró la esperanza de que "el ministro sea sensible a este problema" y que les proponga una solución.