Finalmente, las débiles precipitaciones dejaron pocos centímetros de nieve en las cotas medias, a partir de 1.200 metros, tanto en el Pirineo leridano como en el gerundense. Los bomberos no tuvieron que atender ninguna emergencia relacionada con las nevadas.
Eso sí, fue un buen día para los esquiadores. Si bien las estaciones no abrieron todas sus pistas, las colas registradas en las carreteras que unen el área de metropolitana de Barcelona con las pistas pirenaicas, así lo acreditan. En la C-14 hubo 14 kilómetros de retenciones en Oliana y en la C-16, el eje del Llobregat, las colas en distintos tramos alcanzaron un total de 27 kilómetros a primera hora de la tarde.
El túnel de Vielha debía reabrir a las cinco de la pasada madrugada al tráfico de camiones articulados, tras permitirse el paso de turismos, autocares y camiones de bajo tonelaje desde primera hora de la tarde del viernes pasado.
Durante la semana transcurrida desde que el domingo 11 de febrero por la tarde se desprendiera una parte del falso túnel, que comunica la Vall d'Aran con el resto de Catalunya, los vehículos han tenido que dar un rodeo por carreteras francesas o bien atreverse a subir al puerto de la Bonaigua, donde la nieve ha estado presente en los últimos días.
Cadenas
De hecho, el Servei Català de Trànsit informó ayer que era obligatorio usar cadenas para circular por el puerto y también por el Pla de Beret y a La Molina mientras que el Coll de Pal fue cerrado, precisamente, por la nieve.
Menos nieve de lo esperado en el Pirineo catalán
Nevó, sí, pero lejos de lo que la alerta metereológica de la Generalitat, el Neucat (que afectó a nueve comarcas) previó.
