Rienda: "Ahí tenía que estar yo, en el Gigante"

. Lo dice María José Rienda un segundo antes de que comenzara la retransmisión de Teledeporte de la prueba de gigante de los Mundiales de Are, en los que se ha estrenado como comentarista obligada por una lesión de triada que se produjo el pasado mes de diciembre. La aparatosa ortopedia que sujeta su rodilla derecha impresiona, pero ella le quita hierro al asunto. "¡Si ya ando y subo escaleras! Puedo flexionar y espero que en junio pueda calzarme los esquís", dice con optimismo.

"Me da pena no estar en los Mundiales, que era uno de mis objetivos esta temporada. También lo era la prueba de Copa del Mundo que se celebra la próxima semana en Sierra Nevada. Fíjate: van a correr y estrenar una pista que lleva mi nombre (la otra pista se llamará Paco Fernández Ochoa). Pero una vez que he asumido que no puedo ir, vuelco toda esa energía en la recuperación", explica María José.

Rienda en las instalaciones de Diario As

Precisamente en la estación de Are, que ella está viendo ahora por la tele, comenzó su idilio con el triunfo. El 22 de febrero de 2004 fue segunda y un año después consiguió ser la mejor. Posición que repitió cinco veces más entre ese 20 de febrero de 2005 y marzo de 2006 y que la llevó a ser segunda en la general de la Copa del Mundo: "Es que Are me trae muy buenos recuerdos. Todos los podios te dan mucha alegría, pero ese en especial. No acabé primera y me lo tuve que jugar todo en la segunda manga. Cuando vi el tiempo no me lo creía".

Esos éxitos de la esquiadora granadina, que lleva siete años entre las diez mejores del mundo, han devuelto a los españoles el interés por la competición. Rienda ha recogido el testigo que en otros tiempos llevaron Paco Fernández Ochoa -ayer se cumplían 35 años de su oro en Sapporo- y su hermana Blanca, bronce en Albertville'92. "No me pone presión el hecho de estar entre las mejores y ser una referencia para los jóvenes. Es un orgullo. No voy a durar toda la vida y ellos son el futuro". Las llamadas a Leyre Morlans y Mireira Clemente, que están en Are, son una prueba.

Una llamada del presidente de la Federación, Eduardo Roldán, desde las pistas de Are, interrumpe la conversación. "Dice que me echan de menos. Eduardo va a entregar uno de los ramos a la ganadora y le da pena que no lo reciba yo", cuenta con nostalgia. Pero el bronce de Denise Karbon, que ha reaparecido tras dos años lesionada, devuelve la sonrisa a Rienda. Buen ejemplo.

Paerson se cayó y Hosp fue oro
Nicole Hosp consiguió el oro en el gigante por el que debía haber competido María José Rienda. La austriaca fue cuarta en la primera manga, pero hizo una segunda bajada extraordinaria. La plata fue para la joven Maria Pietilae, que devolvió la alegría a los aficionados suecos tras ver cómo se caía su compatriota Anja Paerson en la segunda manga, la estrella del torneo con tres oros. La italiana Denise Karbon ganó el bronce. "En cuanto salga de aquí le voy a mandar un mensaje", dijo Rienda de su amiga italiana, que también ha pasado por una grave lesión. Antes de la retransmisión de la segunda manga, Rienda había hecho sus pronósticos: "Primera Mancuso, segunda Hosp, tercera Ottosson y Pietilae como comodín". Se equivocó en el orden, pero no en las protagonistas.