Entre ellos, el de los comercios que venden ropa y material de esquí, quienes han visto descender sus ventas un 70 por ciento con respecto a temporadas anteriores por estas mismas fechas. Casi todos dan ya por perdido el puente de la Constitución en lo que a ventas se refiere (sin duda una de las fechas clave de la temporada de esquí) y esperan que la campaña de Navidad consiga aliviar la escasez de compradores que han acudido a las tiendas de la capital para surtirse de cara al invierno.
No sólo el descenso de las ventas se ha apreciado en el material duro como esquís o tablas de snowboard, sino que la ropa de invierno como anoraks o sudaderas también están «de capa caída» debido a las altas temperaturas registradas una vez que han llegado los meses de frío. Esto lo acusan también las tiendas que ofertan ropa de deporte, no sólo material de esquí, y de abrigo en general.
Cerradas «a cal y canto»
Lo peor no es sólo que las estaciones leonesas no hayan podido abrir aún sus puertas a los esquiadores por falta del manto blanco que en años anteriores por estas fechas ya había cubierto al menos parte de la montaña leonesa. Tampoco ninguna de las estaciones españolas, excepto Sierra Nevada, han recibido visitas después de casi quince días del inicio de la temporada 2006/07. Este último punto también ha ido en su contra, pues, según explican la mayoría, los leoneses suelen salir también a las estaciones de fuera de la provincia a practicar el esquí, pero tal y como están las cosas es otra puerta que se cierra.Sin embargo, las previsiones sobre el tiempo se presentan alentadoras y señalan que la cota de nieve descenderá hasta 1.100/1.300 metros esta misma semana, lo que podría aliviar, en parte, la fatal situación de los comerciantes leoneses. Ellos se muestran escépticos al respecto y aseguran que llevan esperando la llegada del manto blanco desde hace ya muchas semanas sin que termine de aparecer.
Si esto se produjese supondría una solución parcial al problema al que se enfrentan los comerciantes leoneses -y los de buena parte del país- pues, según aseguran, el comprador y aficionado a este deporte no adquiere lo que necesita con tiempo, sino que se lanza en el mismo momento en el que llega el frío o aparecen los primeros copos de nieve, con lo que su llegada a los comercios podría producirse de repente, al igual que la de un temporal que se espera ya como agua de mayo.
«El invierno no se lo come el lobo», comenta el dueño de un establecimiento de la capital, quien explica que, aunque tarde, lo lógico es que aparezca y traiga consigo las primeras nevadas tan características de la montaña leonesa en los meses de invierno. «Hace unos veinte años que no pasamos una Navidad sin nieve aquí, con lo que sería muy extraño que este año no apareciese».
Y es que las cifras actuales son demoledoras, sobre todo si se comparan con las de la temporada pasada, que fue excelente, una de las mejores de los últimos años en lo que a venta de material de esquí en León se refiere.
