La joven austriaca Natascha Kampusch, que estuvo secuestrada durante ocho años, fue a esquiar con su captor, pero no tuvo posibilidad de huir durante esa salida, dijeron el viernes los dos abogados que la representan.
El abogado de la joven, Gabriel Lansky, declaró a una cadena de radio austriaca, que el secuestrador Wolfgang Priklopil y Natacha pasaron unas horas en un estación de esquí en Hochkar, a unos 160 kilómetros al sur de Viena.
No tuvo la oportunidad de escapar, aseguró Lansky, ya que Priklopil la seguía continuamente, incluso cuando ella iba al baño, el la esperaba a la puerta. "Vio a otra mujer en el baño pero no pudo hablar con ella porque era una turista que no hablaba el mismo idioma", aseguró.
Además añadió que esa fue la primera vez que Natascha esquiaba. "Quien se ponga en su lugar por un segundo, podría entender que para un esquiador principiante resulta difícil escapar", explicó. "Kampushc tuvo sólo una oportunidad de escapar, y esta fue el mes pasado, cuando el secuestrador se despistó mientras hablaba por el móvil", añadió Lansky.
Otro abogado, Gabriel Lansky, explicó que no se dijo públicamente nada antes sobre el viaje a esquiar "porque existía la preocupación de que podría haber restado credibilidad al secuestro".
Kampusch, ahora con 18 años, tenía apenas 10 cuando fue secuestrada mientras se dirigía a la escuela el 2 de marzo de 1998. La joven relató que logró escaparse cuando su captor se alejó un momento porque no podía hablar por teléfono mientras ella limpiaba su coche con una aspiradora.
Natascha permanece en un hospital de Viena, asediado por periodistas, bajo el cuidado de médicos y psiquiatras. Kampusch saltó a los titulares de primera página la semana pasada cuando describió los años de hambre, soledad y desesperación durante su cautiverio en su primera entrevista en televisión.
Esquiar secuestrada
Natascha Kampusch fue a esquiar con su secuestrador, pero no tuvo oportunidad de escapar.