Con muchas dudas. Así han recibido las estaciones aragonesas el borrador de la ley del esquí elaborado por la DGA y que recoge, entre otras novedades, la obligación de contar con dos seguros para todos los usuarios, la exigencia del casco para los menores de 12 años y la puesta en marcha de vigilantes de seguridad en las pistas.
Aunque comparten la finalidad de la ley (evitar los riesgos en la práctica del deporte blanco), los responsables de los centros invernales se muestran "muy escépticos" sobre cómo podrán articularse todas las medidas previstas que, en algunos casos, consideran "demasiado intervencionistas". Esta opinión contrasta con la expresada por los propios deportistas y las asociaciones de consumidores, que apoyan la iniciativa.
No obstante, las estaciones confían en que las conversaciones que mantendrán con el Departamento de Industria y Turismo del Gobierno aragonés acaben suavizando la futura normativa y adaptándola a la realidad. Consideran que, tal y como está redactado actualmente el borrador, resultaría "difícilmente aplicable". Además, todas reclaman consenso ya que, recuerdan, el esquí es uno de los "sectores clave" para Aragón, y piden unas reglas "armonizadas" para todas las Comunidades, que eviten confusión a los usuarios y la posible pérdida de competitividad de las estaciones aragonesas.
Aramon
Uno de los más críticos con el borrador es, curiosamente, el grupo Aramón, participado por el Ejecutivo autonómico. Su consejero delegado, Javier Blecua, se mostró ayer partidario de elaborar una ley "lo menos intervencionista posible y que proteja a los niños, que son los más débiles".
En su opinión, no es adecuado "regular hasta tales extremos" la práctica del esquí porque, al final, "no resultará eficaz. Somos muy escépticos sobre cómo se van a materializar tantas normas", señaló. Se refirió expresamente al servicio de orden, que habrán de contratar las estaciones para vigilar el cumplimiento de las nuevas limitaciones. "Es un planteamiento muy teórico -criticó- porque, a la hora de la verdad, ¿qué autoridad van a tener esos vigilantes? No podemos estar todo el día llamando a la Guardia Civil. Resultará imposible".
El responsable de Aramón también se preguntó acerca de quién comprobará la contratación de los seguros obligatorios por parte de los esquiadores y alertó también, en este sentido, de la "carga humana y económica" que tendrá la futura ley para las estaciones. Por último, mostró su preocupación por los efectos que podría tener el hecho de que Aragón vaya a ser pionero en imponer "tantas restricciones" a quienes vengan a disfrutar del esquí a la Comunidad.
Astún
En similares términos se pronunció el director de Astún, Jesús Santacruz. Consideró que la ley "puede llegar a resultar positiva, pero cuando se adapte a la realidad". Según dijo, "aún queda mucho trabajo por delante" porque, aunque el texto "se ha hecho con muy buenas intenciones", hace falta ahora "mucho tiempo para estudiar bien cada uno de los nuevos aspectos planteados".
Santacruz quiso resaltar que se trata todavía de un borrador, que incluye "temas que no gustan demasiado", otros que "serán positivos" y otros que, "simplemente no están", como las sanciones a los usuarios que incumplan la normativa. Por esta razón, insistió en que el "consenso es absolutamente necesario" y que será "el tiempo el que dirá cómo queda todo".
Siniestralidad "inferior". Para el responsable de Astún, que defendió que el esquí tiene una siniestralidad "muy inferior" a la de otros deportes, las mayores dudas las ofrecen tanto los seguros como los vigilantes de seguridad.
Sobre los primeros, dijo que deberían ser voluntarios, ya que la obligatoriedad puede plantear, incluso, dudas legales. Además, cuestionó cómo se podrá llevar a la práctica esta exigencia. "¿De qué forma vamos a comprobar que 5.000 esquiadores que andan desperdigados por las pistas tienen o no tienen seguro?", se preguntó. Similares interrogantes planteó sobre el funcionamiento y la eficacia del servicio de orden propuesto por la DGA.
Candanchú
También hizo una llamada a la sensatez el director de la estación de Candanchú, Eduardo Roldán. Pese a que estimó que una normativa en esta dirección es "muy importante" porque "va en beneficio de todos los usuarios", señaló que ésta "ha de ser racional. Tiene que poder aplicarse y no crear más problemas de los que ya existen", afirmó.
A diferencia de sus colegas, Roldán sí consideró que la exigencia de los seguros es "muy interesante". Eso sí, abogó por crear desde el sector público una "tarjeta universal de federado", que incluya ambas pólizas, y cuyos ingresos repercutieran al deporte.
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