Desde el pasado fin de semana, Leitariegos ha ido perdiendo progresivamente centímetros en sus espesores mínimos y máximos, hasta que ayer la dirección decidió que la superficie ya no estaba apta para la práctica de los deportes blancos. El sol y las altas temperaturas de las últimas jornadas han precipitado este cierre.
La estación ya se vio obligada la pasada semana a poner únicamente en servicio la mitad de su superficie esquiable ante la merma del manto blanco. Aún disponía hasta hace unos días de 2,5 kilómetros (cuenta con un total de 5,2), cuatro remontes y cuatro pistas (tiene ocho). Sus espesores oscilaban entre los 20 y 70 centímetros de nieve primavera.
El Morredero ya terminó
La estación berciana, por su parte, decidió la pasada semana cerrar la temporada ante la avería de su remonte principal (Sierra Nevada), por lo que únicamente quedan abiertas por ahora San Isidro y Pajares.
En el enclave de esquí asturiano la situación, si las nevadas anunciadas no lo remedian, es crítica. Sólo dispone de un kilómetro de pistas de los 23 que tiene, con espesores comprendidos entre los 20 y 80 centímetros de nieve primavera y dos remontes. Hace unos días la estación ya superó su récord de esquiadores de la pasada campaña y alcanzó los 104.000 usuarios.
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