Sin embargo ayer, a pesar de los espesores y de que la cantidad de nieve eran suficientes para practicar los deportes blancos, las fuertes rachas de viento dificultaron la actividad en las dos estaciones. De hecho, San Isidro permaneció cerrada hasta las 10.30 de la mañana, cuando se abrieron los remontes de las zonas de Cebolledo, Requejines y Río Pinos, aunque estos últimos se cerraron antes de las 14 horas por las rachas, que obligaron a que la instalación cerrara antes de lo habitual. Durante el tiempo que permaneció abierta, estaban en uso unos 13 kilómetros de pistas. En Pajares sólo pudieron abrir el telesquí de La Hoya, con unos 6 kilómetros esquiables ya que las zonas altas permanecieron cerradas durante toda la jornada por el viento.
Fin de temporada
Tras superar el día de ayer, la preocupación se centra ahora en poder superar el último mes de temporada con una calidad y espesor suficiente. Por el momento, en Pajares y San Isidro son optimistas ya que, tal como explicaban representantes de la instalación leonesa, "hay nieve suficiente", por lo que se prevé que las instalaciones puedan abrir sus puertas hasta el próximo 23 de abril, último día de temporada si la meteorología lo permite ya que "puede caer mucha lluvia y estropearlo pero esperamos que no sea así". Sin embargo, el hecho de que hayan subido considerablemente las temperaturas y de que la exposición al sol sea cada vez mayor, hace temer por la calidad de la nieve de cara a la parte final del año invernal y, sobre todo, a la Semana Santa, fecha esperada por los amantes del esquí.
Por el momento, en ambos equipamientos el tipo de nieve es primavera, "más incómoda para esquiar", recordó ayer Vega, que también destacó que "tiene menos consistencia" para afrontar las inclemencias meteorológicas. A pesar de esto, y siempre que el viento, la lluvia y el calor lo permitan, Pajares y San Isidro afrontan el último mes de una buena temporada de nieve con optimismo.
Fuente: