La primavera no llega

Nieve y más nieve en todas las pistas de esquí. A escasos días para la llegada de la primavera, el tiempo casi invernal y la nieve polvo seguirán como únicos protagonistas. Los grosores importantes de nieve auguran otro fin de semana idóneo para el deslizamiento blanco, si bien marcado por el peligro de aludes en las zonas fuera pista. Un panorama inmejorable para los amantes del esquí con buenas perspectivas de nieve hasta después de Semana Santa.

Se acerca el último fin de semana de invierno. Y aunque la primavera suele marcar el inicio del buen tiempo y el deshielo, los espesores considerables de nieve que hay en todas las pistas, sensiblemente aumentados por la nevada del fin de semana pasado - con acumulaciones de entre 40 y 90 centímetros-, prometen alargar los días de esquí. Si la inauguración de la campaña fue más que óptima, la recta final de la temporada no podía haber empezado mejor.

Si bien el tiempo inestable parece que acompañará una vez más en el Pirineo, los días son ahora más largos y las temperaturas algo más suaves, por lo que las inclemencias del tiempo también pueden ser más restringidas, con intervalos de sol. Una insolación que, sin embargo, podría deteriorar la calidad de la nieve por la tarde, sobre todo en las cotas bajas o en las pistas orientadas al sur, las que reciben mayor exposición solar.

Igualmente, el efecto del sol también es nocivo para la vista, incluso si está nevando. Los rayos solares son ahora más intensos que a principios de temporada. Lejos de los dictados de la moda, se recomienda ir provisto de unas buenas gafas o máscaras diseñadas especialmente para la nieve. A 2.000 metros de altitud, el sol es un 33% más activo que a nivel del mar, por lo que tampoco habrá que olvidar el uso de una crema solar con un índice alto de protección.

Finalmente, atención especial a las laderas de las montañas, el riesgo de aludes sigue siendo bastante alto. Las precipitaciones de los últimos días han incrementado con creces los grosores de nieve en estas zonas. Una nieve que, por el contraste de temperatura, no se encuentra debidamente asentada y, sobre todo, en lo que respecta las vertientes sur de las montañas. A pesar de que los responsables de las estaciones hayan hecho bajar la nieve de las zonas comprometidas, habrá que permanecer atento a las condiciones climatológicas antes de lanzarse a lo inexplorado. En este sentido, hay que destacar que las estaciones disponen de un parte diario sobre el peligro de aludes. Más información en icc.es/allaus o meteocat.com (Boletín de peligro de aludes).