La oferta de la nieve en el Pirineo de la Comunidad vecina estará liderada por grandes grupos, que entraran en competencia directa con Aramon.
La reorganización de los dominios esquiables catalanes se fundamenta en dos factores, la inviabilidad económica de muchas estaciones catalanas en su situación actual y la búsqueda por parte de los deportistas de grandes complejos invernales.
Para paliar los malos resultados económicos, el Instituto Catalán de Finanzas se ha reunido en varias ocasiones con los responsables de Aramon para, siguiendo su ejemplo, analizar la viabilidad de la entrada de la Generalitat en el accionariado de las empresas explotadoras de la nieve en Cataluña. De esta forma, se podría resolver la "deuda histórica" que esta institución tiene con las instalaciones.
Según Javier Blecua, consejero delegado de Aramón, Cataluña se está dando cuenta ahora de que "la financiación de estos proyectos requiere que la inversión urbanística se haga atendiendo al motor de desarrollo que es la propia estación. Por lo tanto, que el urbanismo que se desarrolle sea medido, controlado y que financie las inversiones de remodelación y ampliación de las estaciones".
Cuestión de competencia
El plan director de las estaciones de montaña nace como respuesta a los problemas económicos que se han detectado en las estaciones catalanas, y que en Aragón se localizaron hace unos años y se afrontan a través del holding que constituyó Aramón.
En un documento publicado en la página web de la Generalitat de Cataluña, se recoge que "a excepción de Baqueira-Beret y Boí Taüll el resto de estaciones (catalanas) son deficitarias y todas sobreviven en buena medida gracias a las subvenciones públicas." Además, el "Informe de la Sostenibilidad del Turismo en el Alto Pirineo y Arán" apuesta por una inversión pública. "En los Alpes, el 10% de los centros ya son de titularidad pública, como también lo son buena parte de las estaciones del Pirineo", indica el documento. Andorra y Aragón serían los ejemplos más significativos de esta situación.
Javier Blecua apuntaba que "cuando nosotros desarrollemos este plan de negocio que tiene Aragón vamos a hacer una competencia que va a terminar por arruinar a todas esas estaciones (catalanas)".
Apuesta por la calidad
Sin embargo, la constitución de los tres grandes grupos en Cataluña podría suponer una competencia directa para las estaciones de nuestra Comunidad, algo que por el momento no preocupa a la empresa aragonesa, ya que "nosotros tenemos que posicionarnos en el mercado, pero lo tenemos que hacer en base a la calidad de nuestras instalaciones y a una superficie esquiable suficiente".
La ventaja respecto al inicio de los proyectos también juega a favor de Aragón, ya que Aramón tiene un camino recorrido. "A mí si me cogen con los deberes sin hacer y ellos los han hecho tengo un problema grave. Nuestro mercado es Madrid, País Vasco y, potencialmente, el público levantino. Cataluña nos afecta sólo en algún punto", insistía Blecua.
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