La repercusión socioeconómica de la actividad del esquí en las zonas donde hay estaciones es innegable, aunque hasta ahora no se ha cuantificado con una herramienta objetivada. Sin embargo, atendiendo a los criterios e indicadores del estudio "El turismo en Aragón, efectos económicos y territoriales", editado por Aramón y realizado por la consultora ECAS Técnicos Asociados, ya es posible un análisis más certero. De acuerdo a esos parámetros, el puente de la Inmaculada y la Constitución, del 5 al 11 de diciembre, dejó más de 13,6 millones en las comarcas pirenaicas y las sierras turolenses.
Los autores de dicho estudio, responsables también de la extrapolación de sus parámetros a las fechas concretas del puente, que casi coincidió con la apertura de campaña, adelantada unos pocos días), parten de la cifra global estimada de 105.000 esquiadores.
De forma más concreta, y citando "fuentes fidedignas", señalan que en los valles pirenaicos de Tena (estaciones de Panticosa y Formigal), Aragón (Astún y Candanchú) y Benasque (Cerler) se registraron 92.000 esquiadores, mientras que las estaciones de las sierras turolenses (Valdelinares y Javalambre) atrajeron a 13.000 clientes.
Las cifras son muy buenas gracias a la confluencia de circunstancias que se dio en la semana del puente. La primera fueron unas condiciones climatológicas adecuadas para la práctica del esquí en todas las estaciones aragonesas, con mucha nieve y buen tiempo. La segunda, la disposición de los días festivos, que ofrecía la posibilidad de elegir vacaciones al principio o al final de la semana e incluso, para los más afortunados, de tomarse fiesta todos los días entre el 5 y el 11.
Las estaciones de esquí aragonesas estuvieron abiertas durante todas las jornadas, con alguna ligera excepción en días aislados, lo que facilitó que ese gran número de personas que se desplazaron hasta las estaciones pudiera disfrutar de la nieve en el formato vacacional que hubiera escogido.
Gasto total de los visitantes
El informe explica que el gasto total que llevan a cabo los esquiadores puede desglosarse entre gasto directo y gasto inducido. La primera acepción se refiere al desembolso que lleva a cabo directamente el visitante, mientras que la segunda recoge los gastos derivados del consumo provocado por las personas prestadoras de servicios en la zona.
Por lo que respecta al gasto directo, los 105.000 esquiadores del puente invirtieron en su actividad de ocio 7.984.000 euros. La cifra se calcula sobre la base de un gasto medio por persona en todas las estaciones de esquí. Para los centros invernales del Pirineo se establece un desembolso de 80 euros por persona, mientras que en los de Teruel se rebaja a 48.
Por lo tanto, los 92.000 usuarios de las estaciones pirenaicas, a razón de 80 euros por persona, realizaron un gasto directo de 7.360.000 euros. En Valdelinares y Javalambre esa cifra se quedó en 624.000 euros.
Para calcular el "gasto inducido" se fija un gasto medio por persona de 57 euros en el caso del Pirineo y 34 en las estaciones turolenses. De esta manera, el dinero que repercute en la zona por esta vía asciende a 5.666.000 euros, 5.224.000 en las comarcas oscenses y 442.000 en las de Teruel.
Como suma de los dos conceptos anteriores, el gasto total asciende a 13.670.000 euros (2.274,5 millones de las antiguas pesetas). De ellos, 12.604.000 se quedaron en las zonas correspondientes a los centros invernales de la provincia altoaragonesa y 1.066.000 en las sierras de Gúdar y Javalambre.
Entre el gasto medio por persona en los Pirineos y en Teruel hay gran diferencia. La razón estriba, como indica el propio estudio de referencia, en que el desarrollo de los servicios es menor en las sierras turolenses, debido a la dimensión más reducida y escasa antigüedad de sus estaciones, con lo cual el gasto en servicios exteriores es también menor.
El estudio investiga también la distribución del gasto total, en qué sectores se ingresa ese dinero. El resultado de sus cálculos es que el 22% de el desembolso de los esquiadores es para las estaciones (20,15% en el caso del Pirineo y 32,93% en el de Teruel).
El resto es ingresado por el resto de actividades del entorno de las estaciones (hostelería, comercio, transporte, etc.). Respecto a esta parte del gasto, el informe afirma que, "de forma aproximada", la distribución porcentual por actividades es la siguiente: inmuebles residenciales, 17,40%; alojamiento turístico, 17,22%; restauración, 28,24%; transporte, 9,75%; servicios inmobiliarios, 23,59%; otros, 3,80%.
Los autores del estudio resaltan que, pese al "espectacular movimiento económico" que revela, está elaborado "con criterios conservadores de gasto".
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