El Ayuntamiento de Panticosa recalificará suelo para salvar la estación de esquí del municipio, que acumula pérdidas y arrojó el año pasado un déficit de dos millones de euros. Aramón, la sociedad que explota las instalaciones, presentó ayer un plan de remodelación de las pistas que cuesta 54 millones de euros y pidió al consistorio que permita la edificación de 20 hectáreas en la zona para conseguir la financiación necesaria.
Este modelo de expansión urbanística sigue la pauta marcada por las estaciones de Cerler y Formigal, donde también se pagarán obras de mejora con plusvalías procedentes de la construcción de apartamentos y hoteles.
La operación en Panticosa y en el vecino de municipio de Hoz de Jaca se concretó ayer en una reunión celebrada en el pueblo, a la que asistieron el presidente de Aramón, Francisco Bono; el consejero delegado, Javier Blecua; el alcalde de Panticosa, José Luis Pueyo; el empresario José Luis Nozaleda y el representante de la asociación Valle de Tena, Jesús Pellejero, entre otros.
Como se acordó el pasado mes de abril, Aramón ha elaborado con ayuda externa --las consultoras Dianeige y Price Waterhouse-- un plan de remodelación de la estación que asciende a 54 millones de euros y que resulta "Posible de financiar" con los recursos que generan las pistas, según explicó a este periódico el consejero delegado de la empresa, Javier Blecua.
Como en otros puntos del Pirineo, la solución a esta falta de fondos será urbanística: el ayuntamiento está dispuesto a buscar y recalificar terrenos particulares que sumen 20 hectáreas de terreno. Las cesiones resultantes de los convenios que se firmen con estos propietarios servirán para acometer las obras.
Sin embargo, la rentabilidad de la nueva estación de esquí no se garantiza sólo con la ejecución de la ambiciosa reforma planteada. Blecua señaló que es también "imprescindible" contar con 800 nuevas camas (unos ocho hoteles de 100 plazas) para asegurar la presencia de esquiadores en los días laborables.
José Luis Pueyo, alcalde de Panticosa, aseguró tras la reunión que en la localidad están "todos a una con este tema, porque la estación es el futuro del pueblo". La negociación con los propietarios del suelo, precisó, se prolongará entre cuatro y seis meses, y a partir de ahí se iniciarán los trámites para la modificación del Plan General.
Pueyo dudó, sin embargo, de que el consistorio pueda sumar las 20 hectáreas requeridas porque el término municipal no da de sí y "estamos rodeados de zonas protegidas".
Nozaleda, interesado en el desarrollo del proyecto urbanístico, será, según Blecua, un buen socio, porque "su negocio está ligado al buen funcionamiento de la estación".
Aramón no tiene vocación de liderar ningún tipo de proyecto inmobiliario pero asume sus responsabilidades de impulsar todas las actuaciones que permitan mantener abierta la Estación en el futuro, a la par que evitar las recurrentes pérdidas que se viene produciendo históricamente en la compañía Panticosa Turística, S.A. y que ponen en peligro la continuidad de la Estación de esquí.