La ministra, que realizó ayer estas declaraciones a Radio Granada de la Cadena Ser, recordó que si el trazado incluye "la parte de Sierra Nevada que está dentro del Parque Nacional, de acuerdo con la regulación de este espacio no se puede hacer ningún teleférico, ni con el informe de impacto ambiental ni sin él". Narbona incidió en la imposibilidad de intervenir en modo alguno en este terreno, fuertemente protegido, "simplemente igual que se ha hecho con otras actividades que han quedado prohibidas por la restricción total que se prevé dentro del Plan de Reordenación de Recursos Naturales y en el Plan de Gestión del Parque Nacional de Sierra Nevada".
Dicho esto, la pelota se sitúa ahora exclusivamente sobre el tejado de la Delegación de Medio Ambiente, ya que, sorteando los límites del Parque Nacional la 'invasión' del teleférico se produciría sobre los terrenos del Parque Natural, que son de su competencia. "Otra cosa sería si el teleférico se encontrara en el espacio contiguo, protegido con la categoría inferior de Parque Natural, cuya gestión es autonómica –recalcó la ministra–. En ese caso requiere, por supuesto, que se someta al procedimiento de declaración de impacto ambiental". En ese sentido, el delegado de Medio Ambiente, Gerardo Sánchez, se manifestó la semana pasada al respecto de forma contundente al exigir para su autorización, además del informe pertinente, un plan estratégico global de la estación de esquí.
Este documento debe contener un estudio integral de Sierra Nevada, que incluya las necesidades de transporte de la estación en función de los visitantes que recibe y las expectativas de futuro. El plan estratégico también tiene que definir qué proyecto de comunicaciones con Sierra Nevada es el que más respeta los criterios de conservación. Además, el delegado requirió a los empresarios una justificación de la necesidad de poner en marcha el teleférico y les advirtió de que "se rechazará rotundamente cualquier proyecto que implique nuevas áreas urbanas".
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