El presupuesto total de la subestación asciende a 4.253.815 euros, y la finalidad es hacer frente al incremento de la demanda de energía eléctrica prevista en la zona y mejorar la calidad del suministro. La obra forma parte del Pla Tramuntana, un plan de mejora que afecta a otras zonas de Catalunya que también presentaban deficiencias en el suministro eléctrico por la falta de potencia.
La empresa tiene un plazo de seis meses a contar desde ayer para poner en marcha la instalación, aunque las obras se encuentran ya en un estado muy avanzado y la intención es empezar a funcionar la semana que viene, concretamente entre los días 28 y 30 de noviembre.
El alcalde de Naut Aran, Víctor León, explicó que “parecía que había algún problema en la tramitación de la autorización”, aunque finalmente no se han detectado más problemas y todo apunta que las fechas previstas se cumplirán.
Por su parte, la responsable de Indústria en Lleida, Pilar Nadal, aseguró que “todo está en los plazos previstos y la subestación entrará en funcionamiento la semana que viene”.
La inauguración de la subestación, a la que está prevista la asistencia de autoridades de alto nivel, está prevista para mediados de diciembre, aunque aún se desconoce quién la presidirá y la fecha exacta en que tendrá lugar.
Urbanización del entorno
Además de la mejora en el suministro eléctrico de la Val d’Aran, la construcción de la nueva subestación de Endesa ha permitido también urbanizar la zona. Se ha habilitado una plaza pública con área de descanso y zona verde justo encima de la subestación, en un espacio reducido pero que contribuirá a adecentar el entorno.
A parte de la plaza, la construcción de la subestación permitirá también habilitar nuevas plazas de aparcamiento.
En la parte de encima de la subestación cabrán 50 vehículos más que ahora, y en la parte inferior también se podrá aparcar.
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