La reforma fiscal aprobada por el Gobierno de Aragón el pasado 8 de noviembre, en la que se incluye un nuevo impuesto ambiental que entrará en vigor el 1 de enero del 2006 y que gravará directamente la actividad de las estaciones de esquí, puede acabar repercutiendo en el bolsillo del usuario, que tendría que pagar 1,3 euros más por cada forfait.
Esta cantidad se deduce a través de un cálculo para el que se parte de la previsión de ingresos del Gobierno de Aragón con este nuevo tributo, en total cerca de 1,8 millones de euros, de los cuales casi el 95% le correspondería cotizarlo a las estaciones de esquí aragonesas.
En el supuesto probable de que las cuentas de explotación de las estaciones no asuman esta nueva carga tributaria, la única vía que queda para hacer frente al impuesto es el aumento de tarifas. Así, si se dividen las previsiones recaudatorias de la DGA por el número de esquiadores que visitarán las pistas de esquí --aplicando la cifra correspondiente al año anterior-- la repercusión aproximada por forfait ronda la cifra señalada de 1,3 euros.
A la espera. No obstante ningún director o responsable de estación ha hecho públicas todavía sus intenciones al respecto.
El único que se ha pronunciado es el director de la estación privada de Candanchú, Eduardo Roldán, quien manifestó a este diario que van a estar "a la espera de lo que suceda finalmente", aunque reconoció que el impuesto ambiental puede influir en el precio de sus tarifas: "Si el nuevo gravamen nos influye tan negativamente, por supuesto que deberemos incrementar los precios de los forfait. No nos quedará otra opción --apuntó Roldán--, porque Candanchú no puede hacer frente a una subida de esas características".
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