En algunos de los pueblos donde se llevó a cabo la expansión de Formigal, según fuentes consultadas, algunos alcaldes incluso llegaron a presionar a los vecinos para que vendieran sus tierras como rústica porque si no lo hacían no se las recalificarían nunca como urbanas. A los expertos ambientales no se les escapa que la ampliación de Cerler es también un factor de crecimiento económico para el territorio estancado pero opinan que el peligro de la especulación y la proliferación de segundas residencias repercutirá muy negativamente.
El valle de Castanesa no tiene ningún rango de protección especial, únicamente la cabecera del río Baliera está catalogada como zona REMPA por el Ministerio de Medio Ambiente desde el año 1989.
Estudio ambiental
Por otra parte, la empresa que está elaborando el estudio de impacto ambiental de la ampliación de Cerler hacia el valle de Castanesa, por encargo de Aramon, tendrá acabada la primera fase del estudio a finales de octubre. En esta primera parte la empresa, cuyo primer trabajo en el Pirineo es éste, está haciendo una valoración del medio y en la segunda fase abordará ya los impactos ambientales que la ampliación puede comportar.