Plan para convertir Farellones en aldea turística invernal

Corporación de Adelanto del centro invernal quiere potenciar el pueblo ubicado al nororiente de Santiago con actividades durante el verano.

Planean promover a Farellones como una aldea turística permanente.
Proyecto comenzó con la reforestación de la villa y la propuesta para cambiar el recorrido de la carretera que lleva a recintos como La Parva y Valle Nevado.

Crear "un pueblo de montaña" que sea un atractivo turístico durante todo el año -y no sólo en época de nieve- es lo que la Corporación de Adelanto de Farellones planea hacer de esa pequeña villa ubicada a poco más de 40 kilómetros de Santiago. Para esos fines, ya diseñaron un Plan Maestro de la zona, que contempla tres áreas: forestación, arreglos viales y normas de construcción.

La idea más ambiciosa de ese proyecto -y que es parte de la propuesta del Plan Regulador comunal de Lo Barnechea para la cordillera- es hacer que la carretera G-21 ya no pase por el medio del pueblo, sino que lo rodee. Todo ello debería repotenciar la zona y atraer más turistas a largo plazo.

La particularidad de Farellones frente al resto de los centros invernales que antecede -La Parva, El Colorado y Valle Nevado- es que se trata de un pueblo donde viven permanentemente cerca de 1.000 personas, por lo que cuenta con servicios como escuela, posta y delegación municipal, mientras que el resto son resorts o edificios de medio tiempo.

Forestación
De acuerdo con el presidente de la corporación, Eugenio Cruz, la idea del Plan Maestro es "hacer una villa dentro de un parque, rescatar el concepto de pueblo de montaña y potenciar a través de una infraestructura verde un lugar que sea de esparcimiento durante todo el año, porque Farellones tiene una excepcional belleza y vista; durante el verano se produce un efecto similar al desierto florido. Además se da la posibilidad de hacer trekking, montañismo, mountain bike, senderismo, canopy y veinte mil actividades más. Incluso hemos pensado en esquí de pasto", precisa.

El primer paso de este ambicioso plan fue la plantación de 1.200 árboles, ubicados principalmente en los bordes de las canchas que colindan con el pueblo que, además, fueron cercadas para evitar el paso de animales: "Se hicieron análisis de tierra, evaluación de nutrientes y se puso un sistema de riego por goteo que la corporación suministra. Plantamos principalmente coníferas, cedros de Boara, cipreses arizónicos y de cordillera, porque son resistentes", explica Cruz.

La forestación también contempla prados y la habilitación de las hoy nevadas canchas de esquí como un circuito de senderos, idea que ya se utiliza.

Hugo Lizán, administrador del Hotel Farellones, dice estar alineado con el Plan Maestro: "Es algo que se tiene que hacer. En verano nosotros hacemos cabalgatas, excursiones al cerro El Plomo, Bismark, y nos va muy bien, pero con extranjeros porque los chilenos prefieren la playa".

Aunque Farellones no se extiende por más de 30 hectáreas, la primera estimación para la forestación completa bordeó los $ 400 millones. La Municipalidad de Lo Barnechea colaboró con $ 13 millones para ayudar a financiar por cinco años las plantaciones.

La recarpetación de la calle principal, Avenida Los Cóndores, también es un punto primordial. "Además de arreglar el acceso, también queremos arreglar acequias y veredas. Esto es más complicado porque la municipalidad tiene otras prioridades", indica Cruz. Esa calle debería concentrar los servicios y convertirse en un bulevar. La municipalidad evalúa su costo.

Cambio de ruta
Respecto al cambio de la carretera para que pase por fuera de Farellones, la directora de Planificación de Lo Barnechea, Cecilia Power, explica que se trata de una buena solución vial pues actualmente la ruta pasa por el medio de la villa, provocando grandes atochamientos en la época de mayor tránsito. La iniciativa contempla que el camino pase alrededor de una de las canchas y suba a La Parva dejando Farellones como un lugar principalmente peatonal.

Otro aspecto que se quiere dejar normado es la armonía de los materiales que se ocuparán en futuras construcciones. La idea es que se respete el uso de madera y piedra, y que se cultive el concepto de vivienda unifamiliar.

La planificación fue encargada a los arquitectos de la Universidad Católica Pablo Allard, Juan Pablo Oligier, Javier Vergara y David Assael.